martes, 20 de agosto de 2013

LA HISTORIA DE UNA MUJER CON ¿ALAS?

LA FUERZA DE UNA VOCACIÓN
Por: Roberto S. Contreras Esparza

No cabe duda, que todos y en cierto momento, sentimos e intuimos una innegable forma de intromisión extraordinaria, que interfiere en nuestras vidas y cuando esto sucede en momentos difíciles más frecuente de lo que imaginamos, nos llega la razón y la claridad para tomar importantes decisiones personales. Los avisos suelen venir de muchas formas, algunos muy claros y otros complicados, muy difíciles de entender, pero la vida o el destino, nos habla y nos dice de cómo proceder. Esos avisos que muchos llamamos coincidencias nos marcan y son decisivos en nuestras futuras vidas. Algo parecido ocurrió en este relato, una historia de amor, obstaculizada por una vocación que fue más fuerte que los sentimientos provocando la resignación al camino que les marco en ese momento su destino. Y tal, vez alguien más. 

EXTRAÑOS AVISOS DEL MÁS ALLÁ

El siguiente caso, que tuvo lugar en la colonia Santa Fe, del Distrito Federal, Delegación Álvaro Obregón. En donde hace ya algún tiempo, una pareja de jóvenes recibió “de cierta forma”, lo que para ellos se convirtió en un misterioso aviso, un mensaje que decidió sus vidas. La evidencia principal, una rara e interesante fotografía, con la fuerza suficiente para mover el destino de sus protagonistas. La historia es la siguiente. 

EL INICIO DEL SUCESO

Recientemente, conocí a una señora de nombre Lourdes Sánchez Garduño, quien se dedica a tratar males del tipo negro y a otras actividades de nigromante quien me relato un suceso que le había ocurrido y el cual le había llamado la atención, por la forma tan rara que se le había presentado. Según me contó esta señora, que fue a visitarla un joven que decía llamarse Jorge Ríos Torres, el necesitaba de sus servicios, ya que se encontraba en un dilema del tipo amoroso, pues la mujer que amaba tenía en mente otro camino en donde no estaba el incluido. Le pido, le suplico, que le ayudara a conseguir el cariño de su amada, pues ella quería ser religiosa y se enclaustraría prono, si él no hacia algo para detenerla. Según contaba Jorge, que su novia de nombre Luz María Navarrete Montoya, le había comunicado ese deseo de convertirse en religiosa ya que a pesar del cariño que sentía por él, sabía que era más el amor por Dios, por lo cual pronto tomaría esa decisión. 

NO PODÍA RESIGNARSE 

Después de tantas suplicas la señora Lourdes (quien gozaba de buena fama como hechicera) y al ver el estado anímico del muchacho, decidió ayudarle a tratar de conseguirle el amor de su novia para lo cual le pido su nombre algunos accesorios personales y otros datos que necesitaba para el conjuro, pero también requería una fotografía. Dos días después llego Jorge a la casa de Doña Lourdes, llevaba las cosas que le había pedido y la fotografía, en donde se apreciaba abrazándose con su amada. Dejo las cosas y después de varias instrucciones a seguir de acuerdo al susodicho hechizo, Jorge salió de la casa de la curandera. 

COMIENZA EL MISTERIO

Ya con las cosas, Doña Lourdes comenzaría el ritual al día siguiente pensando que esos trabajos de amores eran muy difíciles y que trataría de hacer lo que pudiera para ayudar al triste muchacho. Guardo las cosas de Jorge y puso la fotografía en su altar, ahí donde estaban presentes imágenes que marcaban un sincretismo esotérico de fuerte impacto para el pagano. Pero lo raro inicia aquí, porque al día siguiente cuando Doña Lourdes fue por la fotografía a su altar e iniciar el hechizo, noto que la foto estaba poniéndose blanca, cambiaba de color y pensó que se debía al mismo revelado o a la calidad de la fotografía. Ya de noche, con la foto en la mano, vio como se formaba otra mancha blanca de lado izquierdo junto a la muchacha, pero parecían unas “alas”, noto también que la foto estaba ligeramente caliente y esa mancha se hacía más definida. Doña Lulú, con ese instinto que sobrenatural que tanto presumía, percibió una extraña sensación, alguien o algo estaba en ese momento ahí. Por instinto, dejo la foto en el altar y se fue a dormir. Consultando con su almohada estuvo pensando el ese raro suceso y así se quedo dormida. 

LA CONCLUSIÓN Y EL TOQUE DE ¿DIOS?

Al día siguiente se presento Jorge, para ver los resultados y saber el estado de su caso y fue cuando Doña Lourdes le platico lo sucedido: “Mira mijo, yo no sé que esté pasando entre tu novia y tu, pero hay cosas más fuertes que los trabajos negros, más fuerte que los hechizos y el amor es una de esas cosas, creo que el destino de tu novia es el de ser religiosa y ni tú, ni yo podemos evitarlo, pues así está marcado, tal vez por Dios nuestro Padre Santísimo”… La señora le mostró la fotografía a Jorge y le platico lo acaecido esa rara noche, asegurándole que a la muchacha le habían salido “Alas”, lo que era un claro aviso de su vocación por lo religioso y que en eso ella no se metía, porque le podría pasar algo malo ya que no estaba tomando en cuenta las señales de Dios. Jorge, la miro con un aire de duda, no entendía lo que le platicaban, él quería el amor de su novia. Pero después de hablar por un buen rato, tomo sus cosas y se alejo de Doña Lourdes, maldiciendo e insultando a la curandera ya que no le creía lo que le había platicado y argumentando que ella le había hecho algo a la foto. 

SON MAS FRECUENTES DE LO QUE NOS IMAGINAMOS


Tiempo después averiguamos que Jorge se tuvo que resignar y perder a su novia, pues su vocación era mayor, este caso a Doña Lourdes le dejo una gran y extraña experiencia. Y así, conocimos este singular caso de la “mujer con alas”, aceptando tal vez, que esos avisos (esta vez en una fotografía) de la vida, del destino y hasta del azar son más frecuentes de lo que nos imaginamos y solo nos falta poder interpretarlos, pero cuando suceden marcan nuestras vidas de una forma muy impactante.

martes, 6 de agosto de 2013

¿EXISTEN LOS ÁNGELES?

APARECIÓ MI ÁNGEL
Por: Roberto S. Contreras Esparza

Mi nombre es Alma Quintero, vivo en el D. F., en la colonia Agrícola Oriental y quiero contarles, algo que me sucedió increíble y lindo, bonito, puedo jurar que fue un milagro, y es raro para mí porque yo no soy o era muy afecta a esas cuestiones de la iglesia, vivía sin saber ni tener conciencia de quién soy y que hago aquí. Soy Madre soltera, tengo una niña de 3 años, me embarace muy chica a los 18 y después de vivir con el papa de mi hija año y medio, me separe debido a los problemas que me ocasionaba.

ELLA NO MEJORABA
Lo que les quiero platicar sucedió hace como unos meses, un días 6 de febrero para ser exactos, era un miércoles. Días antes mi hija se me había enfermado, tenía calentura y de ahí se le complico la garganta, creí que sería como otras ocasiones que se enferma y con ciertos cuidados queda lista, pero esta vez no fue así, ya que después se complicó y enfermo gravemente de bronquitis y la tuve que llevar al médico, que me receto varias medicinas, yo estaba desesperada ya tenía 4 días así, no tenía dinero y mi hija se me iba, no sabía qué hacer.

CUANDO VI, DETRÁS DE MI HABÍA UNOS ÁNGELES
Pedí dinero prestado y fui al centro, a las farmacias de por ahí, no me alcanzo para comprar todo el medicamento, triste y desesperada, mis pasos fueron a dar a la Catedral y sin estar pensando en nada de religión, ni en Santos, me sentía tan extraña que entre y como si estuviera ida, me senté ahí por un rato, pero no me senté en las bancas, ni ante un altar, yo había entrado y sin estar consciente de mí, me senté en unos escalones que se encuentran a la entrada izquierda al pie de una capilla, ahí estuve por varios minutos, pensando en mi hija, pensando en que hacer.

HABÍA ÁNGELES AHÍ
Cuando me di cuenta vi que detrás de mí había unos Ángeles, eran varios y entre penumbras del lugar pude distinguir a otros de ellos. Como por reflejo automáticamente comencé a pedirles por mi hija, comencé a suplicar su ayuda y aunque no se rezar, a mi manera les pedí su intervención. Recuerdo que por unos minutos no supe de mí, estaba inmersa en mí suplica y comencé a sentir una rara sensación de calor, de alegría, de tranquilidad. Termine mi oración, me persigne y salí de ahí, fui a mi casa y le di el poco medicamento que había comprado a mi pequeña.

PARA MI ES UN ÁNGEL
Al día siguiente, sin recordar lo del día anterior, note en una de las paredes de la casa, que la pintura se había caído y me quede mirando esa parte fijamente y note que esa zona despintada, descarapelada parecía un “Ángel”, no puse mucha atención y continué con mi labores. Mi hija estaba dormidita, pero cuando despertó, como algo mágico, estaba bien, era un milagro, mi hija estaba sanita, no lo podía creer, parecía que nunca se había enfermado. Yo me sentí muy contenta y feliz y no sabía ni a quien agradecer, pero mi niña está bien. Días después, al meditar sobre eso, me di cuenta que el día que había entrado a la Catedral, yo me había sentado en los escalones de la “Capilla de los Ángeles”, la figura que apareció en la pared de mi casa, para mí, es un Ángel, fueron ellos quienes intercedieron por mi hija, fueron ellos quienes la curaron, por eso pienso que fue un milagro, Dios quiso que ellos intercedieran para aliviar a mi niña y como prueba de ello tengo esta foto de la mancha de mi pared, que sin duda para mí es un Ángel, la cual guardo con mucho cariño, por el milagro y les estaré siempre agradecida.


(Sra. Alma María Quintero Solano)