martes, 17 de febrero de 2015

LOS EXTRAÑOS PRODIGIOS SOBRE TENOCHTITLAN

SE ANUNCIA LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES
Por Roberto S. Contreras Esparza 
Saber de nuestro pasado nos intriga, nos inquieta y atrae, saber cómo se formaron las grandes razas del mundo y en especial las nuestras, nos hace pensar y tratar de entender cómo y con que hicieron todo eso que vemos al visitar cualquier museo o zona arqueológica y más si nos apegamos a lo que nos dice la arqueología oficial. Se comprende y entiende que el trabajo de los exploradores, etnólogos, arqueólogos o antropólogos, es tratar de explicarnos lo sucedido, armando y tratando de comprender como llegamos a ser lo que ahora somos, pero esas explicaciones de la ciencia en ocasiones no cuadra y se comienza a especular que algunos logros, pudieron haber sido por medio de una intervención ajena, pues hay construcciones, narraciones, figurillas y hechos que difícilmente se pueden explicar aun ahora con la tecnología que tenemos. Para muchos, fue por evolución natural, para otros, abiertamente manifiestan que hay cuestiones que no encajan a nuestra lógica y que la ciencia oficial no puede explicarlas satisfactoriamente.

LAS EXPLICACIONES NO SATISFACEN
Hay una teoría atrayente que trata sobre la posibilidad de que nuestros ancestros recibieron la visita y ayuda de seres que llegaron de las estrellas, estos visitantes convivieron con los pueblos antiguos e interactuaron dejando dispersa su sabiduría que nos llega a nosotros en forma oral, en gravados, en figurillas y en extraordinarias construcciones. Un ejemplo de lo que aquí les presentamos sin duda alguna es lo ocurrido en el México prehispánico antes de la llegada de los ibéricos, pues creemos que posiblemente, nuestros antepasados estuvieron, vivieron y contemplaron algo realmente increíble. Veamos a lo que nos referimos.

EXTRAÑOS PRODIGIOS, AMENAZANTES PRESAGIOS
Los documentos indígenas que se presentan comprenden hechos acaecidos poco antes de la llegada de los españoles a las costas del Golfo de México. La relación fue escrita por varios informantes anónimos de aquellos años. Sin pretender resolver aquí tales sucesos, transcribimos la versión del náhuatl preparada por el doctor Garibay, de los textos de los informantes indígenas de Sahagún contenidos al principio del libro XII del Códice Florentino, así como una breve sección tomada de la Historia de Tlaxcala de Diego Muñoz Camargo, que como se cree, ambos documentos, que guardan estrecha semejanza, narran una serie de prodigios y presagios funestos que afirmaron ver los mexicas y de manera especial Moctezuma Xocoyotzin, desde unos diez años antes de la llegada de los españoles.

LOS PRESAGIOS, SEGÚN LOS INFORMANTES DE SAHAGÚN
PRIMER PRESAGIO: Diez años antes de venir los españoles primeramente se mostró un funesto presagio en el cielo. Una como espiga de fuego, una como llama de fuego, una como aurora: se mostraba como si estuviera goteando, como si estuviera punzando en el cielo. Ancha de asiento, angosta de vértice. Bien al medio del cielo, bien al centro del cielo llegaba, bien al cielo estaba alcanzando. Y de este modo se veía: allá en el oriente se mostraba: de este modo llegaba a la medianoche. Se manifestaba: estaba aún en el amanecer; hasta entonces la hacía desaparecer el Sol. Y en el tiempo en que estaba apareciendo: por un año venia a mostrarse. Comenzó en el año 12 Casa. Pues cuando se mostraba había alboroto general: se daban palmadas en los labios las gentes; había un gran azoro; hacían interminables comentarios.
SEGUNDO PRESAGIO: Que sucedió aquí en México: por su propia cuenta se abrasó en llamas, se prendió en fuego: nadie tal vez le puso fuego, sino por su espontánea acción ardió la casa de Huitzilopochtli. Se llamaba su sitio divino, el sitio denominado “Tlacateccan” (“Casa de mando”). Se mostró: ya arden las columnas. De adentro salen acá las llamas de fuego, las lenguas de fuego, las llamaradas de fuego. Rápidamente en extremo acabó el fuego todo el maderamen de la casa. Al momento hubo vocerío estruendoso; dicen: “¡Mexicanos, venid de prisa: se apagará! ¡Traed vuestros cántaros!...” Pero cuando le echaban agua, cuando intentaban apagarla, sólo se enardecía flameando más. No pudo apagarse: del todo ardió.
TERCER PRESAGIO: Fue herido por un rayo un templo. Sólo de paja era: en donde se llama “Tzummulco”. (Tzummulco o Tzomolco: “en el cabello mullido”, era uno de los edificios del templo mayor de Tenochtitlán). El templo de Xiuhtecuhtli. No llovía recio, solo lloviznaba levemente. Así, se tuvo por presagio; decían de este modo: “No más fue golpe de Sol.” Tampoco se oyó el trueno.
CUARTO PRESAGIO: Cuando había aún Sol, cayó un fuego. En tres partes dividido: salió de donde el Sol se mete: iba derecho viendo a donde sale el Sol: como si fuera brasa, iba cayendo en lluvia de chispas. Larga se tendió su cauda; lejos llegó su cola. Y cuando visto fue, hubo gran alboroto: como si estuvieran tocando cascabeles.
QUINTO PRESAGIO: Hirvió el agua: el viento la hizo alborotarse hirviendo. Como si hirviera en furia, como si en pedazos se rompiera al revolverse. Fue su impulso muy lejos, se levanto muy alto. Llegó a los fundamentos de las casas: y derruidas las casas, se anegaron en agua. Eso fue en la laguna que está junto a nosotros.
SEXTO PRESAGIO: muchas veces se oía: una mujer lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos: -¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces decía: -Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré? (El texto parece preferirse a Cihuacóatl que gritaba y lloraba por la noche. Es éste uno de los antecedentes de la célebre “llorona”)
SÉPTIMO PRESAGIO: Muchas veces se atrapaba, se cogía algo en redes. Los que trabajaban en el agua cogieron cierto pájaro ceniciento como si fuera grulla. Luego lo llevaron a mostrar a Motecuhzoma, en la Casa de lo Negro (casa de estudio mágico). Había llegado el Sol a su apogeo: era el medio día. Había uno como espejo en la cabeza del pájaro como rodaja de huso, en espiral y en rejuego: era como si estuviera perforado en su medianía. Allí se veía el cielo: las estrellas, el Mastelejo. Y Motecuhzoma lo tuvo a muy mal presagio, cuando vio las estrellas y el Mastelejo. Pero cuando vio por segunda vez la cabeza del pájaro, nuevamente vio allá en lontananza; como si algunas personas vinieran de prisa; bien estiradas; dando empellones. Se hacían la guerra unos a otros y los traían a cuestas unos como venados. Al momento llamó a sus magos, a sus sabios. Les dijo: -¿No sabéis: qué es lo que he visto? ¡Unas como personas que están en pie y agitándose!... Pero ellos, queriendo dar la respuesta, se pusieron a ver: desapareció (todo): nada vieron.
OCTAVO PRESAGIO: Muchas veces se mostraban a la gente hombres deformes, personas monstruosas. De dos cabezas pero un solo cuerpo. Las llevaban a la Casa de lo Negro; se las mostraban a Motecuhzoma. Cuando las había visto luego desaparecían.

LOS PRESAGIOS Y SEÑALES ACAECIDOS EN TLAXCALA
Esta serie de sucesos extraños, también fueron asentados en el testimonio de Muñoz Camargo (Historia de Tlaxcala, escrita  en castellano por su autor), donde se manifiesta claramente que Muñoz Camargo conoció los textos de los informantes de Sahagún, que sigue muy de cerca y guardan gran semejanza.

NO PENSARON NI ENTENDIERON SINO QUE ERAN LOS DIOSES QUE HABÍAN BAJADO DEL CIELO
Hubo otras en esta provincia de Tlaxcala antes de la venida de los españoles, muy poco antes. La primera señal fue que cada mañana se veía una claridad que salía de las partes de Oriente, tres horas antes que el sol saliese, la cual claridad era a manera de una niebla blanca muy clara, la cual subía hasta el cielo, y no sabiéndose que pudiera ser ponía gran espanto y admiración. También veían otra señal maravillosa, y era que se levantaba un remolino de polvo a manera de una manga, la cual se levantaba desde encima de la Sierra “Matlalcueye” que llaman ágora la Sierra de Tlaxcalla, la cual manga subía a tanta altura, que parecía llegaba al cielo. Esta señal se vio muchas y diversas veces más de un año continuo, que así mismo ponía espanto y admiración, tan contraria a su natural y nación. No pensaron ni entendieron sino que eran los dioses que habían bajado del cielo, y así con tan extraña novedad, voló la nueva por toda la tierra en poca o en mucha población. Como quiera que fuese, al fin se supo de la llegada de tan extraña y nueva gente, especialmente en México, donde era la cabeza de este imperio y monarquía. (Historia de Tlaxcala de Muñoz Camargo, lib. II, cap. I.)

TAL VEZ TODO TENGA UNA EXPLICACIÓN RACIONAL
Definitivamente hay sucesos muy extraños en el pasado del hombre, hay hechos relevantes que asombraron y al no comprenderlos ahora, esto hace que nuestra imaginación se dispare, vuele y especule un sinfín de posibles teorías que nos expliquen como realizaron todas esas proezas que hoy nos maravillan e impactan, ¿qué fue lo que vieron?.. Consientes estamos de que muy probablemente a futuro la arqueología oficial nos explique qué fue lo que sucedió y de que fenómenos se trataban los acaecidos en ese México precolombino. Solo imagínense por un momento, ¿cómo explicarían nuestros antepasados, el vuelo de un avión y que argumentos usaría para dar a entender lo que vieron?... Por ahora solo nos queda especular, pero sería muy conveniente y recomendable, que todos esos aficionados e interesados por los no identificados y las civilizaciones antiguas, antes de teorizar, antes de especular, sería recomendable que conozca algo de historia de esas magnificas civilizaciones y sean mesurado en sus especulaciones. Estaría interesante saber que sucedió realmente y con estudio serio y objetivo nos podremos acercar a una posible explicación… ¿No cree usted?