NO ESTA EN POPOTLA, NI EN TACUBA,
ESTA EN LOS REMEDIOS
Por Roberto S. Contreras Esparza
Hace ya algunos años, cuando comenzaba a hurgar en estos misterios históricos, llego a mí un documento que hablaba sobre algunas peculiaridades de nuestro México histórico, entre esas cuestiones había en el texto, sucesos tan extraños e importantes de los que casi no se hablan, por falta de información o porque los especialistas prefieren omitir y quedarse con la historia ya establecida. Ahí se mencionaba, por ejemplo, sobre la osamenta de Cuauhtémoc que está en Ixcateopan, que no es la verdadera, también venia el posible origen mexicano de Tomas Alba Edison y otros sucesos históricos que me interesaron mucho, pero que me dejaban más duda que aceptación. Uno en especial me llamo fuertemente la atención y es sobre la verdadera ubicación del “Árbol de la Noche Triste”, el que se encuentra cerca del Metro Popotla, y me atrajo eso porque yo vivía cerca de tal sitio y lo conocía muy bien, pero que no fuera ese el árbol en el que el invasor Cortes paro para hacer el recuento de sus daños, si se me hacía muy atrayente esa posibilidad.
¿EN DONDE SE ENCUENTRA EL VERDADERO ÁRBOL?
Tiempo después conocí a un grupo de personajes de la mexicanidad, eso que entiende nuestras tradiciones a su antojo y las manifiestan como creen y pueden. Ahí uno de los señores principales, el más serio y centrado, me contó la historia de cómo fue la salida de los hispanos de la Gran Tenochtitlan y que sucedió después, pero me mostro escritos y más documentos que avalaban tal suceso, y fue así que yo me propuse indagar y tratar de saber si eso era cierto, y con documentos, notas y ciertos apuntes, esto fue lo que obtuve años después y espero sea del interés y pueda dar un poco de luz sobre este desacuerdo histórico. Cabe hacer notar, que sobre ello, ya se ha escrito y se ha dicho mucho en otros medios, pero aquí esta lo que yo encontré y vi cuando visite el lugar donde está el mencionado árbol. Pero antes un poco de historia de cómo sucedió todo esto.
LA NOCHE TRISTE Y LA CAÍDA DE TENOCHTITLÁN
El 30 de junio de 1520, ocurrieron en la Gran Tenochtitlán, ciertos acontecimientos que ocasionaran que Cortés y su gente tuviera que abandonar la ciudad ante el ataque enardecido de cientos de mexicas. La ciudad se encontraba dominada por los españoles, que tenían secuestrados al Emperador Moctezuma. Teniendo Cortés que salir a asistir la llegada de una expedición española comandada por Pánfilo de Narváez, dispuesta a cuestionar su raro proceder. En la ciudad mexica estalló una rebelión. Cortés había dejado al mando a Pedro de Alvarado (quien era un sanguinario), el cual mandó asesinar a numerosos líderes mexicas y que este suceso es conocido como la “Matanza del Templo Mayor”. Ocasionando que el pueblo mexica enfureciera y comenzara la guerra.
MUERE MOCTEZUMA Y ENTRA CUITLAHUAC
Cuando Cortés llega a la ciudad, pidió al prisionero Moctezuma que intente calmar a sus aún “súbditos”. Se cuenta que salió al balcón de su palacio a hablarle a su gente, quienes comprendieron que su antiguo gobernante tan solo era un títere de los invasores, y lo atacaron con piedras y flechas, hasta darle muerte. Cuentan algunas fuentes que Cortés mandó asesinar a todos los líderes mexicas que tenía secuestrados, debido a que ya no le servían. Los líderes mexicas, eligieron a Cuitláhuac como caudillo sucesor contra los españoles, quien con pleno y ágil poder de mando organizó el ataque a los españoles de tal manera que éstos no tuvieron otro remedio que huir de la ciudad. Cortés y sus capitanes decidieron salir al amparo de la noche y así sorprender al enemigo y para ello se había construido un gran puente de madera que les permitiría librar los fosos. Al llegar la noche Cortés tuvo como ventajas la lluvia, la oscuridad y el lodo, este último elemento apagaba las pisadas de los caballos y bajo esas circunstancias los españoles emprendieron la retirada llevando en sus alforjas el pesado cargamento del botín.
HUYEN DE LOS TEPANECAS
Se le atribuye a una anciana el haber dado la alarma, pero según el propio Cortés, fueron los centinelas enemigos quienes se percataron de la huida. Cuando la noticia llegó al gran teocalli, el sacerdote tocó el huéhuetl avisando a los otros teocallis los que respondieron de inmediato, los jefes guerreros hicieron sonar sus caracoles y el ejército mexica se volcó contra el de Cortés. El puente de madera, que tan útil les era a los españoles fue tomado por los mexicas, creándose un verdadero desorden y confusión, según cuenta el propio Bernal Díaz del Castillo. Perseguidos por los mexicas, los españoles entraron a Tlacopan pero ahí fueron atacados por los de Azcapotzalco y a pesar de la bravura con que se batió el hispano pudo ver a su ejército maltrecho y cansado mostrando las heridas que el enemigo les había causado.
EL GRAN CUITLAHUAC ARREMETE
CONTRA LOS ESPAÑOLES
A este episodio en el cual el conquistador hubo de llorar su derrota, se le conoce como “La Noche Triste” o de la victoria para nosotros, siendo el gran vencedor Cuitláhuac. Cerca de la estación del metro Popotla se encuentra el ahuehuete conocido como el árbol de la noche triste, porque según la tradición, ahí se sentó Cortés a llorar su derrota. Este punto nos resulta medio difícil de creer, pues está relativamente cerca de lo que era la gran ciudad de Tenochtitlan, y más delante de ahí esta Tacuba (Tlacopan), quienes también pertenecía a la triple alianza, por lo mismo, es difícil aceptar que ahí fue donde Cortés lloro sus pérdidas. Se cuenta que, al reorganizarse los señoríos del Anáhuac, Cuitláhuac envió embajadas para establecer alianzas con el fin de expulsar a los españoles. Las alianzas no se llevaron a cabo porque los pueblos antes subyugados por los mexicas, por fin se veían libres del dominio azteca, considerando a Cortés como su aliado. Cuando Cuitláhuac intentó una perpetua y firme alianza con los tlaxcaltecas, sus enemigos tradicionales, también fue rechazada a pesar de que Xicoténcatl, el jefe guerrero del ejército tlaxcalteca, sí estaba de acuerdo con dicha alianza. Lamentablemente, la enfermedad traída por los españoles, la viruela, denominada teozáhuatl o grano de dios por los mexicas, terminó con la vida del gran Cuitláhuac.
UNA CAPILLA PARA CONMEMORAR
TAL FECHA HISTÓRICA
Los sobrevivientes españoles se reunirían en el territorio aliado de Tlaxcala. Curiosamente, un año después, en 1521, Cortés atacó la ciudad en una embestida devastadora. No sería hasta el 13 de agosto de 1521 cuando Cuauhtémoc, el caudillo sucesor de Cuitláhuac se rindió y entregó la ciudad a los españoles. Cortés había conquistado la maravillosa Tenochtitlán, capital del imperio mexica. Ese día 13 de agosto, era el día de San Hipólito por lo que se decide construir sobre la calzada (México Tacuba) “La Ermita de los Mártires”, para depositar en ella los restos de los españoles que cayeron abatidos ante la furia mexica, esa memorable noche de victoria. Años más tarde en 1581, las autoridades de la Nueva España dan orden de construir en la Ermita mayor, para después un templo que conmemora la caída del Imperio Mexica y la fundación de la Nueva España. En la actualidad es una iglesia en donde se venera los días 28 a San Judas Tadeo. Esta antigua construcción religiosa ha quedado como un recuerdo de aquella gran noche de la victoriosa.
TAMPOCO ES EL ÁRBOL DE TACUBA
Pero volviendo con el Árbol de Popotla, estamos seguros de que por la cercanía no podría ser ese en el que Cortés lloro, pues si hubieran parado ahí, estarían al alcance de la furia mexica. Más adelante hay otro árbol, otro ahuehuete que también cuenta con su historia. Está ubicado sobre la Calzada Marina Nacional, a un costado del puente donde hacen base los peseros. Este árbol también es mencionado como el verdadero y sale a platica cada que algún historiador o a quien le gusta recordar ese trascendente suceso lo menciona. Pero no creemos y dudamos mucho que sea el árbol que buscamos. Estamos casi convencidos que el verdadero árbol el ahuehuete en donde Cortés paro para descansar, ver daños y bajas sufridas, está en Naucalpan, muy cerca del Santuario de los Remedios e incluso, los historiadores cuentan que esa imagen o figura venerada ahí es muy milagrosa, según dicen, se relaciona a uno de los soldados españoles que huían de los mexicas que ahí la olvido y más o menos esta es su historia.
MÁS ANTIGUA QUE LA VIRGEN DE GUADALUPE
Algunos cronistas e historiadores aseguran que la Virgen de Los Remedios, la mantuvo oculta Juan Rodríguez en lo alto de un Cué (un adoratorio indígena) en el cerro de Los Remedios, en donde actualmente se encuentra el templo dedicado a la Virgen, y que está muy cerca de San Juan Totoltepec, que fue un pueblo de comerciantes indígenas y el paso de muchos otros hacia Tenochtitlán. Ya había sucedido esto cuando once años más tarde, en el cerro del Tepeyac, del 9 al 12 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se le aparece al indio Juan Diego. Lo que nos indicaría que, la virgen de Los Remedios es más antigua que la del Tepeyac.
CE CUAUTLI ENCUENTRA LA VIRGEN
DE LOS REMEDIOS
Cierto día, cuenta la historia, que el indígena Ce Cuautli, bautizado después con el nombre de Juan del Águila, encontró la imagen de la Virgen debajo de un maguey, en la cima del Cué en el cerro Otomcapulco, barrio de los otomíes, hoy cerro de Los Remedios. El origen de esta virgen es que llego hasta ahí porque la llevaba consigo uno de los soldados de Cortés, que pararon después de huir del ataque mexica en la noche victoriosa. La coloco en un maguey, pero la dejo, tal vez olvidad para que después fuera descubierta por el cacique de esa área. Por mucho tiempo estuvo la imagen de la Virgen en la casa del indígena que la encontró hasta que en 1550 se le construyó una ermita cerca de su casa. Para este tiempo ya se le atribuyen muchos más milagros a la Virgen, y fue hasta 1574, siendo Virrey de la Nueva España Don Martín Enríquez, cuando se decreta y patrocina la construcción del templo de la señora de Los Remedios, el cual se comenzó en mayo de 1574 y se terminó en agosto de 1575, sobre las ruinas de la ermita que estaba ahí desde 1550. Del 29 de mayo de 1765 al 17 de diciembre del mismo año se construyó, con el patrocinio del Virrey Marqués de Cruillas, el monumental acueducto de los Remedios para dotar agua al Santuario, pero esta obra como la de los Caracoles, nunca funcionó. El ingeniero de esta obra fue el irlandés Ricardo Aylmer. Estas impresionantes construcciones, aun podemos apreciarlas en la zona y siguen causando la admiración del visitante por su antigüedad e historia que guardan.
EL VERDADERO ÁRBOL ESTÁ EN LOS
REMEDIOS, EN NAUCALPAN
Es por esta serie de razones que creemos que el verdadero árbol de la noche triste se encuentra muy cerca del Santuario de los Remedios en la zona perteneciente al cerro de Toltepec, y de acuerdo a las descripciones antiguas, ahí hay un arroyo y otras características que el de Popotla no tiene. Nosotros hemos visitado el posible y verdadero árbol. Actualmente se encuentra dentro de una propiedad particular que se llama “Rancho San Juan”, no hay acceso para poder apreciarlo como uno quisiera, pues no lo permiten por obvias razones y más si esto se llega a comprobar. El árbol se encuentra en la parte del estacionamiento, la casa es grande y se alquila para eventos privados y fiestas. Aquí les mostramos una serie de fotografías del árbol que como pudimos conseguimos. Y es por esto que nosotros (al igual que muchos) creemos que el verdadero árbol de la gran “Noche Victoriosa”, no es el de Popotla, ni el de Tacuba, este árbol se encuentra en Naucalpan, cerca del Santuario de los Remedios en Totoltepec. Y solo esperamos que la historia y quien la escribe le hagan justicia pues significa mucho para el mexicano y así poder celebrar como debe de ser lo que ocurrió esa noche del 30 de junio de 1520, la “Gran Noche de la Victoria”.