UN LUGAR DONDE OCURREN
EXTRAÑOS SUCESOS
Por Roberto S. Contreras
Esparza
No hablar sobre este sitio, sería dejar inconclusa
buena parte de la historia de esta zona que alberga todo lo que fue Regina
Coeli (que ya hemos investigado y publicado en otro interesante artículo), y aunque fue parte de esta gran construcción, al separarse
cuenta con una historia propia y de la cual le
contaremos un poco, pero además, para los interesados por los fenómenos
anómalos, o del mas allá este, sitio les podría ser muy atrayente ya que el
lugar en cuestión, alberga sucesos que son dignos de tomar en cuenta pues a
través de su historia han sucedido cosas que bien entran en el aspecto
paranormal y que sus inquilinos cuentan con detalle a quien se interesan en
ellos. Pero veamos un poco más lo que fue esta construcción y de todo lo que
sucede aun aquí.
MÁS DE SU HISTORIA
Ubicada en la calle de Regina No. 7 en el Centro Histórico
de la Ciudad de México y aledaña a la iglesia de Regina Coeli, se encuentra la
Fundación para ancianos Concepción Beistegui que es una institución de asistencia
privada sin fines de lucro, que fue constituida el 25 de agosto de 1928, fecha
en que funcionaba como Hospital, llegando a ser el mejor de la época. Formo un
entorno muy importante catalogado hoy como histórico y que fue en alguna época
el Convento de Regina Coeli, siendo el segundo en la Ciudad de México, fundado
por 10 monjas que salieron del convento de La Concepción el 18 de octubre de
1573. La edificación de la iglesia formal se
inicio en 1583 y se termino 10 años después. Durante 137 años se mantuvo
cerrada la comunicación con el templo y en 1994 fueron reabiertas las puertas
rescatando con ella el movimiento original. Otras comunidades de religiosas
concepcionistas fueron fundadas por monjas de este convento, como Regina Coeli
y San Bernardo de México.
VARIAS ÓRDENES RELIGIOSAS
PASARON POR AHÍ
También sirvió de alojamiento a las fundadoras de
monasterios de religiosas de otras órdenes; por su amplitud, recibió tanto a
madres de la orden del Salvador, que vinieron a fundar el convento de Santa
Brígida, como a las monjas fundadoras de la Compañía de María (estás, mientras
se terminaba su convento de “La Enseñanza”, ocuparon la capilla de Medina
Picazo y las habitaciones aledañas). Esta capilla está considerada como una de
las joyas más importantes de todo el continente. El
patrimonio de la fundación es el inmueble, que por legado de su benefactora
tiene en su poder. Ella, por decisión propia y alto sentido humanitario decidió
dejar parte de sus bienes a la fundación.
EL LEGADO DE MARÍA CONCEPCIÓN BEISTEGUI
En su testamento especifica: “Yo María Concepción Máxima Beistegui y García, católica por gracia de Dios
y doncella por su benevolencia, teniendo solo parientes ricos que no requieren
de mi, lego mi alma a Dios y mis bienes a los pobres”… Pocos días después de su fallecimiento, acaecido el 5 de septiembre de
1873, se abrió el testamento viéndose en la cláusula décima tercera su mandato
para la fundación de un hospital. Los antiguos albaceas cumplieron
rigurosamente las disposiciones de la finada y el hospital “Concepción Beistegui” fue inaugurado por el general Porfirio Díaz el 21 de marzo de 1886
gracias a múltiples mejoras y modificaciones en las que se gastaron 217,111.58
pesos en oro.
ORGULLO PARA
TODA LA AMÉRICA LATINA
Desde la fecha de inauguración, el Hospital Beistegui
se convirtió en un importante centro quirúrgico; su primer director fue el,
talentoso y entusiasta Doctor Joaquín Vértiz, que durante 42 años prodigó sus
bondades y sus sapiencias en este hospital y fue considerado como el alma de
este centro hospitalario, modelo en su época al servicio de los pobres y
desvalidos. Hasta 1910 el Hospital vivo con holgura; a partir de esta fecha y
hasta 1927 la tristeza penuria se apodera de esta casa de beneficencia, hasta
el patronato formado por los doctores Atanasio Garza Ríos, Daniel Gurría Urgeli
y Mauro Villareal, reorganizan los servicios y fundan un sanatorio y una
policlínica. En 1931 los Doctores Gurría Urgeli y Villareal renuncian los
cargos que tan fielmente sirvieron y el nuevo patronato queda integrado por los
facultados Gustavo Baz y Felipe Ruiz Esparza, quienes junto a Garza Ríos y el
Dr. Luis Cervantes, hicieron este hospital un motivo de orgullo para México,
sino para toda la América latina.
LA MISTERIOSA HISTORIA DE ZOILA
Ahora les presentamos una rara e interesante historia
de algo que se cuenta y dicen que sucedido ahí hace ya algún tiempo, que es
parte del lugar, con esa magia que aun se desenvuelve en el asilo, entre los
años llenos de vivencias de sus ocupantes que están albergados ahí, a la espera
de ser testigos de sucesos increíbles como este, o a la espera de su final… Fue una noche como muchas en las largas guardias del asilo. Doña Mundis,
enfermera vieja experimentada y con aplomo hacia su turno acompañada de Rosario
de mucho menos edad pero igual con el cariño por su trabajo que su compañera.
La noche, obscura, fría, dejaba sentir un algo inexplicable para las dos que al
realizar una ronda de supervisión entraron al cuarto número uno, que ocupaba
Zoila. Se trataba de una abuela osca y difícil para propios y extraños,
retraída como pocas y agresiva con sus hijos a quienes nunca les oí una queja
de su madre. Ella, cuando la visitaban los molestaba y corría, pero esa noche
estaba bien de salud, tranquila como siempre que estaba sola y se puso a la
defensiva cuando las vio entrar a revisarla. Sin decirnos nada, se dejo
cambiar, le fueron tomados sus signos vitales, y se le arropó y continuaron con
su rutinario rondín nocturno.
NO QUISIERON QUEDARSE SOLA CON
ELLA
A las 3 horas, como marca el reglamento regresaron a
visitar a la huésped, esta vez casi en silencio para no perturbar sus sueños y
cuál sería su sorpresa que la encontraron con los ojos y la boca muy abierta
con expresión de pánico, trataron de revivirla con la ansiedad que solamente ellas
conocen, no les fue posible, estaba bien y al parecer ya había muerto. Inútiles
fueron sus esfuerzos para reanimarla, ella, había muerto, a pesar de ello
conservaba una temperatura adecuada los que dio a entender que acababa de
fallecer, un gran sentimiento de tristeza las envolvió a ambas. No quisieron
quedarse sola con ella, cuando Mundis dijo que iba a buscar una sabana para
amortajarla mejor salieron las dos.
UN GRITO DESGARRADOR
Ellas relataron más… “Nos alejamos unos pasos de su
cuarto y escuchamos un fuerte grito aterrador que salía a nuestras espaldas,
esto nos sobrecogió de pánico y ambas nos tomamos de la mano, regresamos a la
habitación y al pasar por el cuarto numero 2 ocupado por Pedrito Barajas, lo
vimos tirado en el piso temblando de miedo porque el también había escuchado el
grito que describía como alarido, el era un anciano invidente bueno como el pan
y cariñoso con todos, nos dijo con palabras entre cortadas, que fue eso, lo
escucharon y tomándolo de las manos pretendimos tranquilizarlo pero con mucha
dificultad, tal vez porque nosotros tampoco lo estábamos… Zoila, murió, a pesar de la mortaja no pudimos despojarla de su
expresión de pánico. ¿Qué paso?, ¿quién grito?”… Eso se los dejamos a su
imaginación.
UN SITIO MUY INTERESANTE
Y así, relatos de esta índole hemos podido encontrar
ahí. Es de todos conocido el hecho, de que al presentarse en el lugar, no verá
o escuchara sucesos paranormales de inmediato, pero si le presta un poco de
tiempo y paciencia, se gana la confianza de quien ahí viven o labora, poco a
poco se enterara de cosas y hechos que lo dejaran pensado en todo lo que
significa ese asilo, donde periódicamente y en plena actualidad hay situaciones
muy misteriosas. Visite el lugar, conózcalo y tal vez, podrá ser parte de los
muchos testigos que han registrado uno de estos fenómenos del más allá en ese
interesante sitio.
Yo trabaje con Raymunda y Oliva fueron mis compañeras muy agradables y fue una época bonita estábamos en el turno de noche
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