SE
ANUNCIA LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES
Por
Roberto S. Contreras Esparza
Saber
de nuestro pasado nos intriga, nos inquieta y atrae, saber cómo se formaron las
grandes razas del mundo y en especial las nuestras, nos hace pensar y tratar de
entender cómo y con que hicieron todo eso que vemos al visitar cualquier museo
o zona arqueológica y más si nos apegamos a lo que nos dice la arqueología
oficial. Se comprende y entiende que el trabajo de los exploradores, etnólogos,
arqueólogos o antropólogos, es tratar de explicarnos lo sucedido, armando y
tratando de comprender como llegamos a ser lo que ahora somos, pero esas
explicaciones de la ciencia en ocasiones no cuadra y se comienza a especular
que algunos logros, pudieron haber sido por medio de una intervención ajena,
pues hay construcciones, narraciones, figurillas y hechos que difícilmente se
pueden explicar aun ahora con la tecnología que tenemos. Para muchos, fue por evolución
natural, para otros, abiertamente manifiestan que hay cuestiones que no encajan
a nuestra lógica y que la ciencia oficial no puede explicarlas
satisfactoriamente.
LAS
EXPLICACIONES NO SATISFACEN
Hay
una teoría atrayente que trata sobre la posibilidad de que nuestros ancestros
recibieron la visita y ayuda de seres que llegaron de las estrellas, estos
visitantes convivieron con los pueblos antiguos e interactuaron dejando
dispersa su sabiduría que nos llega a nosotros en forma oral, en gravados, en
figurillas y en extraordinarias construcciones. Un ejemplo de lo que aquí les
presentamos sin duda alguna es lo ocurrido en el México prehispánico antes de
la llegada de los ibéricos, pues creemos que posiblemente, nuestros antepasados
estuvieron, vivieron y contemplaron algo realmente increíble. Veamos a lo que
nos referimos.
EXTRAÑOS
PRODIGIOS, AMENAZANTES PRESAGIOS
Los
documentos indígenas que se presentan comprenden hechos acaecidos poco antes de
la llegada de los españoles a las costas del Golfo de México. La relación fue escrita
por varios informantes anónimos de aquellos años. Sin pretender resolver aquí tales
sucesos, transcribimos la versión del náhuatl preparada por el doctor Garibay,
de los textos de los informantes indígenas de Sahagún contenidos al principio
del libro XII del Códice Florentino, así como una breve sección tomada de la
Historia de Tlaxcala de Diego Muñoz Camargo, que como se cree, ambos
documentos, que guardan estrecha semejanza, narran una serie de prodigios y
presagios funestos que afirmaron ver los mexicas y de manera especial Moctezuma
Xocoyotzin, desde unos diez años antes de la llegada de los españoles.
LOS
PRESAGIOS, SEGÚN LOS INFORMANTES DE SAHAGÚN
PRIMER PRESAGIO:
Diez años antes de venir los españoles primeramente se mostró un funesto presagio
en el cielo. Una como espiga de fuego, una como llama de fuego, una como
aurora: se mostraba como si estuviera goteando, como si estuviera punzando en
el cielo. Ancha de asiento, angosta de vértice. Bien al medio del cielo, bien
al centro del cielo llegaba, bien al cielo estaba alcanzando. Y de este modo se
veía: allá en el oriente se mostraba: de este modo llegaba a la medianoche. Se
manifestaba: estaba aún en el amanecer; hasta entonces la hacía desaparecer el
Sol. Y en el tiempo en que estaba apareciendo: por un año venia a mostrarse.
Comenzó en el año 12 Casa. Pues cuando se mostraba había alboroto general: se
daban palmadas en los labios las gentes; había un gran azoro; hacían
interminables comentarios.
SEGUNDO PRESAGIO:
Que sucedió aquí en México: por su propia cuenta se abrasó en llamas, se
prendió en fuego: nadie tal vez le puso fuego, sino por su espontánea acción
ardió la casa de Huitzilopochtli. Se llamaba su sitio divino, el sitio
denominado “Tlacateccan” (“Casa de mando”). Se mostró: ya arden las columnas.
De adentro salen acá las llamas de fuego, las lenguas de fuego, las llamaradas
de fuego. Rápidamente en extremo acabó el fuego todo el maderamen de la casa.
Al momento hubo vocerío estruendoso; dicen: “¡Mexicanos, venid de prisa: se apagará!
¡Traed vuestros cántaros!...” Pero cuando le echaban agua, cuando intentaban
apagarla, sólo se enardecía flameando más. No pudo apagarse: del todo ardió.
TERCER PRESAGIO:
Fue herido por un rayo un templo. Sólo de paja era: en donde se llama “Tzummulco”.
(Tzummulco o Tzomolco: “en el cabello mullido”, era uno de los edificios del
templo mayor de Tenochtitlán). El templo de Xiuhtecuhtli. No llovía recio, solo
lloviznaba levemente. Así, se tuvo por presagio; decían de este modo: “No más
fue golpe de Sol.” Tampoco se oyó el trueno.
CUARTO PRESAGIO:
Cuando había aún Sol, cayó un fuego. En tres partes dividido: salió de donde el
Sol se mete: iba derecho viendo a donde sale el Sol: como si fuera brasa, iba
cayendo en lluvia de chispas. Larga se tendió su cauda; lejos llegó su cola. Y
cuando visto fue, hubo gran alboroto: como si estuvieran tocando cascabeles.
QUINTO PRESAGIO:
Hirvió el agua: el viento la hizo alborotarse hirviendo. Como si hirviera en
furia, como si en pedazos se rompiera al revolverse. Fue su impulso muy lejos,
se levanto muy alto. Llegó a los fundamentos de las casas: y derruidas las
casas, se anegaron en agua. Eso fue en la laguna que está junto a nosotros.
SEXTO PRESAGIO:
muchas veces se oía: una mujer lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando
grandes gritos: -¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces
decía: -Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré? (El texto parece preferirse a
Cihuacóatl que gritaba y lloraba por la noche. Es éste uno de los antecedentes
de la célebre “llorona”)
SÉPTIMO PRESAGIO:
Muchas veces se atrapaba, se cogía algo en redes. Los que trabajaban en el agua
cogieron cierto pájaro ceniciento como si fuera grulla. Luego lo llevaron a
mostrar a Motecuhzoma, en la Casa de lo Negro (casa de estudio mágico). Había
llegado el Sol a su apogeo: era el medio día. Había uno como espejo en la
cabeza del pájaro como rodaja de huso, en espiral y en rejuego: era como si
estuviera perforado en su medianía. Allí se veía el cielo: las estrellas, el
Mastelejo. Y Motecuhzoma lo tuvo a muy mal presagio, cuando vio las estrellas y
el Mastelejo. Pero cuando vio por segunda vez la cabeza del pájaro, nuevamente
vio allá en lontananza; como si algunas personas vinieran de prisa; bien
estiradas; dando empellones. Se hacían la guerra unos a otros y los traían a
cuestas unos como venados. Al momento llamó a sus magos, a sus sabios. Les
dijo: -¿No sabéis: qué es lo que he visto? ¡Unas como personas que están en pie
y agitándose!... Pero ellos, queriendo dar la respuesta, se pusieron a ver:
desapareció (todo): nada vieron.
OCTAVO PRESAGIO:
Muchas veces se mostraban a la gente hombres deformes, personas monstruosas. De
dos cabezas pero un solo cuerpo. Las llevaban a la Casa de lo Negro; se las
mostraban a Motecuhzoma. Cuando las había visto luego desaparecían.
LOS
PRESAGIOS Y SEÑALES ACAECIDOS EN TLAXCALA
Esta
serie de sucesos extraños, también fueron asentados en el testimonio de Muñoz Camargo
(Historia de Tlaxcala, escrita en
castellano por su autor), donde se manifiesta claramente que Muñoz Camargo
conoció los textos de los informantes de Sahagún, que sigue muy de cerca y
guardan gran semejanza.
NO
PENSARON NI ENTENDIERON SINO QUE ERAN LOS DIOSES QUE HABÍAN BAJADO DEL CIELO
Hubo
otras en esta provincia de Tlaxcala antes de la venida de los españoles, muy
poco antes. La primera señal fue que cada mañana se veía una claridad que salía
de las partes de Oriente, tres horas antes que el sol saliese, la cual claridad
era a manera de una niebla blanca muy clara, la cual subía hasta el cielo, y no
sabiéndose que pudiera ser ponía gran espanto y admiración. También veían otra
señal maravillosa, y era que se levantaba un remolino de polvo a manera de una
manga, la cual se levantaba desde encima de la Sierra “Matlalcueye” que llaman ágora
la Sierra de Tlaxcalla, la cual manga subía a tanta altura, que parecía llegaba
al cielo. Esta señal se vio muchas y diversas veces más de un año continuo, que
así mismo ponía espanto y admiración, tan contraria a su natural y nación. No
pensaron ni entendieron sino que eran los dioses que habían bajado del cielo, y
así con tan extraña novedad, voló la nueva por toda la tierra en poca o en
mucha población. Como quiera que fuese, al fin se supo de la llegada de tan
extraña y nueva gente, especialmente en México, donde era la cabeza de este
imperio y monarquía. (Historia de Tlaxcala de Muñoz Camargo, lib. II, cap. I.)
TAL
VEZ TODO TENGA UNA EXPLICACIÓN RACIONAL
Definitivamente
hay sucesos muy extraños en el pasado del hombre, hay hechos relevantes que
asombraron y al no comprenderlos ahora, esto hace que nuestra imaginación se
dispare, vuele y especule un sinfín de posibles teorías que nos expliquen como
realizaron todas esas proezas que hoy nos maravillan e impactan, ¿qué fue lo
que vieron?.. Consientes estamos de que muy probablemente a futuro la arqueología
oficial nos explique qué fue lo que sucedió y de que fenómenos se trataban los
acaecidos en ese México precolombino. Solo imagínense por un momento, ¿cómo
explicarían nuestros antepasados, el vuelo de un avión y que argumentos usaría
para dar a entender lo que vieron?... Por ahora solo nos queda especular, pero sería
muy conveniente y recomendable, que todos esos aficionados e interesados por
los no identificados y las civilizaciones antiguas, antes de teorizar, antes de
especular, sería recomendable que conozca algo de historia de esas magnificas
civilizaciones y sean mesurado en sus especulaciones. Estaría interesante saber
que sucedió realmente y con estudio serio y objetivo nos podremos acercar a una
posible explicación… ¿No cree usted?
Sin duda, hoy los mas estudiosos del tema tienen grandes herramientas interpretativas, como simple aficionada, mi imaginación vuela y me es muy divertido predecir el pasado��
ResponderEliminarSin duda, hoy los mas estudiosos del tema tienen grandes herramientas interpretativas, como simple aficionada, mi imaginación vuela y me es muy divertido predecir el pasado��
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