domingo, 3 de mayo de 2020

JUAN DEL JARRO

EL CLARIVIDENTE DE SAN LUIS POTOSÍ
Roberto S. Contreras Esparza
Cuando salimos al interior de la república, ya sea por trabajo de investigación, alguna plática o conferencia, tratamos de ir y visitar los lugares, historia y leyenda de las ciudades o poblados por donde pasamos, siempre y cuando nos sea posible. El trabajo de campo que realizamos en busca de temas y evidencia con relación a los temas extraños de las otras realidades, me ha permitido conocer ciertos sitios muy especiales, únicos, misteriosos y con un gran contenido histórico que de inmediato, trato de presentárselos en el programa de Radio, en mi canal, mis páginas electrónicas o medios para los que escribo. Y es así que llegamos a conocer lugares, leyendas y personajes de gran interés para esas personas que gusta de este tipo de singulares relatos. De este modo, en un reciente viaje a la ciudad de San Luis Potosí, conocimos la vida y obra de un personaje que fue un profeta, un gran vidente, pero además otros sucesos raros que bien pueden entrar en el campo de los temas anómalos por lo que se dicen de ellos. Los invito a leer y conocer algo de lo que vimos y conocimos en San Luis Potosí, uno más de esos mágicos lugares de nuestro México mágico y maravilloso.

SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
He ido a San Luis en varias ocasiones y me gusta mucho iniciar mi recorrido visitando una de sus iglesias más representativas, la que está dedicada a la Virgen de Guadalupe la patrona de México, de ahí su importancia y relevancia entre los habitantes de esta ciudad, que cuentan, fue una antiguamente ermita dedicada ya a la advocación guadalupana desde 1656, posteriormente los religiosos tomaron la decisión de construir un templo más grande. Se encuentra a las afueras del Centro Histórico. Tiene como referente la calzada de Guadalupe que también es nombrada avenida Benito Juárez, que comienza cerca del mercado Tangamanga, y de ahí se extiende este camellón por donde es muy agradable caminar, pues permite ver algunas construcciones, casonas antiguas y actuales importantes de esta zona. Este recorrido peatonal inicia desde la basílica de Guadalupe y nos lleva hasta la Catedral Metropolitana potosina. El santuario de la Virgen de Guadalupe se comenzó a construir en 1772 y culminó en octubre de 1800 y hoy lo podemos apreciar en todo su esplendor.

LA ANTIGUA PENITENCIARIA DE SLP
Cerca de ahí, se encuentra el Centro de las Artes o antigua penitenciaria de San Luis Potosí, es un edificio que se empezado a construir en 1884 y fue terminado en 1904 como una gran y moderna penitenciaria de aquellos años, actualmente ha dejado de funcionar como cárcel y dio paso al moderno complejo utilizado como centro artístico y social. Y aunque ha sido renovada está construcción, al caminar por sus patios y pasillos, uno no deja de pensar en cómo fue la vida de los infelices que cayeron ahí, alguno pudieron salir, pero muchos perdieron la vida en sus crujías. Nos llamó la atención particularmente cierto patio de esa antigua prisión, pues nos contaron que en esa área varios presos se ahorcaron e incluso así llamaban a esa zona, el patio de los ahorcados. En 1910 meses antes de la Revolución Mexicana, Francisco I. Madero fue encarcelado ahí por el presidente Porfirio Díaz, quien lo acusaba de haber conspirado en su contra. Unos meses después, Madero logró escapar y proclamó el Plan de San Luis. En la actualidad uno puede ver en una celda la placa y un busto del presidente Madero, como recuerdo de aquellos días de nuestro México revolucionario. Aquí se encuentra una estatua muy especial, obra en bronce llamada “El Espíritu”, del escultor Ricardo Motilla. Es una figura de un ángel con las alas rotas, que al mirarlo enseguida comprendemos su mensaje y por qué ocupa ese lugar en esta ex prisión.

EL VIDENTE, EL ENIGMÁTICO JUAN DEL JARRO
Sin duda alguna, uno de los personajes más representativos y motivo de esta investigación es Juan de Dios Azios Ramírez o Juan del Jarro, que fue un personaje muy queridos (según se dice) mientras vivió. Llamado así por el jarro de barro que siempre lo acompañaba, Juan era un pordiosero que compartía las ganancias de sus limosnas a gente igual de necesitada, incluyendo ancianos y desprotegidos en su misma condición. Sobre este misterioso personaje se cuenta que no le agradaba bañarse, dichadichero, de gran memoria y con un refrán, respondía a quien le preguntara algo. A este personaje se le comenzaron a atribuir dotes de clarividente, pues se dice, que podía vislumbrar el futuro de las personas. En el jardín Guerrero, frente a la iglesia de San Francisco de Asís, se encuentra su estatua en donde la gente lo visita, se toma fotos e incluso lo reverencia. Sobre Juan se ha escrito mucho, hay muchas leyendas y cada quien le agrega un toque especial sobre sus hazañas adivinatorias, y aunque hay muchos ejemplos, aquí les presentamos algunas de ellas que creemos son interesantes:

LA PREMONICIÓN CON EL ALBAÑIL
En una ocasión en que se construía una de las pocas casas de dos pisos que por entonces se levantaban, y que hoy ocupa un conocido hotel en las calles de Iturbide, uno de los jóvenes albañiles que estaba trepado en un alto andamio, le gritó en son de burla: -Oye Juan, dime cuándo me voy a morir, para hacer mi testamento, porque te quiero dejar la mitad de mi gran fortuna. A lo que Juan, el pordiosero, le contestó también a gritos, pero con un dejo de tristeza y compasión: -Ya no tendrás tiempo de hacer testamento alguno, porque estás agonizando. No bien acababa de decir Juan del Jarro estas palabras, cuando dio un traspaso el albañil y cayó de tan gran altura que, por supuesto, encontró una muerte instantánea.

EL PADRE JERÓNIMO FALLECE
El Padre Jerónimo Buendía, oficiaba misa en el Templo de Tlaxcala, quizá el primero construido en esta ciudad por frailes franciscanos. En una de tantas veces en las que Juan iba por limosna o simplemente a charlar con el sacerdote, que no pasaba de los cuarenta años y que se encontraba rebosante de salud, habló a Juan en los siguientes términos: -Oye Juan, he pensado que sería bueno que dejaras de andar en las desastrosas condiciones en que te encuentras; yo te daré ropa y asilo para que no tengas necesidad de pedir limosna; en cambio tú me pondrás en guardia de los acontecimientos que estén por venir y que de alguna manera pudieran afectarme; esto me prevendría y yo tomaría las precauciones necesarias. Por otra parte, aquí no te faltaría qué hacer, tengo proyectado efectuar un viaje y a mi regreso establecer ciertos negocios propios de mi ministerio, en estos apreciaría tu ayuda que, desde luego, sería remunerada. ¿Qué dices? -Padre Buendía, en esta ciudad hay muchos pobres, creo que hay mil pobres por un rico y ellos esperan la limosna que les llevo y la ropita que las buenas gentes me dan; es por esta causa por la que no puedo aislarme en su parroquia, aunque le agradezco su caridad. -Pero Juan, si tú eres mucho más pobre que aquellos a quienes llevas el socorro. -Sí Padre, mas como ellos no saben pedir, yo pido en su nombre y así seguiré mientras el buen Dios me lo conceda. Pero borre usted de su mente el proyectado viaje y no piense en establecer negocios, porque dentro de tres días estará usted dándole cuentas al Creador. Se escuchó una sonora y alegre carcajada del Padre Buendía. -Pero si estoy rebosante de salud, jamás he tenido el menor achaque y además no pienso morirme tan pronto; ahora sí fallaste en tus pronósticos, mas no por eso te voy a negar la limosna acostumbrada; ve con Dios y que él te bendiga. Tres días después los habitantes del poblado se conmovieron ante la fatal noticia de la muerte del Padre Buendía. Juan del Jarro asistió a la Misa de Réquiem del Siervo de Dios, quien podando los rosales del jardín del curato, se pincho lo que le ocasionó un mal, el virus del tétanos iba con el estiércol del abono.

SALVA LA VIDA AL LICENCIADO BARRAGÁN
Se cuenta que en una ocasión, ya de noche entrada, Juan llegó hasta puerta de un licenciado amigo suyo, hombre de dinero. Tocó la puerta fuertemente, un criado acudió a abrirla, y Juan pidió hablar con el licenciado Luis Barragán. El sirviente fue con su patrón y le expuso la petición del pordiosero, pero el licenciado le dijo que recibiera el mensaje, que él ya estaba en la cama a punto de dormirse. Al oír el mensaje, Juan le dijo al sirviente que era imprescindible que hablara con el abogado en persona. Al momento en que Juan y el dueño de la casa estaban hablando en la puerta, se escuchó un terrible estruendo en la recámara. Poquito después, Juan muy calmadamente, le dijo a su amigo: -Ora sí, Luis, ya puedes irte a dormir. Una enorme viga de madera del techo se acababa de derrumbar sobre la cama del licenciado.

LA MUERTE DE JUAN DEL JARRO
Entre las distintas versiones sobre la muerte de Juan hay, aquí les presentamos una de las más recurridas, que asegura que el taumaturgo de San Luis falleció el 8 de noviembre de 1859, a los 66 años. Se dice que a su funeral asistieron una gran cantidad de personas de todas las clases sociales a rendirle homenaje y dedicarle cánticos y rezos. El pueblo lo convirtió en Santo, se convirtió en muy milagroso. Los días de muertos, el 2 de noviembre, los habitantes de la ciudad acuden a su tumba y le dejan ofrendas de comida y bebida en jarros, le arrojan monedas e imágenes de él mismo. No puede faltar un jarro de agua, ante el cual las personas rezan y le piden milagros. Juan de Dios Azios Ramírez, fue un tipo peculiar, un personaje que con su encanto y carisma marco las calles de San Luis Potosí, maravillando e intrigando a quien tuvo la fortuna o desdicha de ser parte de sus fantásticas perdiciones. Por si fuera poco, se dice que Juan sabia la fecha de tu muerte.

LA TUMBA DE JUAN DEL JARRO
Sobre en donde descansan los restos de este adivino, hay varias versiones, algunos dicen que están depositados en la iglesia de San Juan de Dios y otros aseguran que esta en el cementerio del Saucito, ahí donde hay una Cripta de la familia Teissier, con una placa que advierte al visitante y dice: Al gran bienhechor de los pobres Juan de Dios Azios, "JUAN DEL JARRO". Nació en Matehuala, S.L.P. falleció en esta Ciudad el 8 de noviembre de 1855 a los 53 años. D.E.P. San Luis Potosí, S. L. P.

EL CEMENTERIO DEL SAUCITO
Este panteón se inauguró el 16 de septiembre de 1889 como parte de las celebraciones del 97 Aniversario de la Independencia de México. Entró en funcionamiento regular el 12 de octubre de 1889. Entre sus inquilinos más conocidos esta la niña fantasma de nombre Poleth Viridiana Salina Torres, cuya tumba se le dejan juguete, al considerarla un ángel que los puede ayudar. La pequeña que falleció a los 11 años de edad en el mes de octubre de 1999, por las noches sale a esconderles los instrumentos de trabajo a quien ahí labora, así como también hay niños que han jugado con ella no sabiendo que es un fantasma. Hay otra tumba a considerar, es la de la estatua que parpadea y ahora dicen que llora. Esta imagen provoca gran curiosidad y le corresponde al sepulcro de una familia de apellido Bustamante con fecha 1895, la estatua que está en la tumba es de una Virgen "que llora", pero nadie sabe la causa de su angustia, todos tienen muchas posibles razones, pero los lugareños dicen que cumple deseos y en Día de Muertos, también la llenan de ofrendas porque es milagrosa. Ahí podemos ver varias tumbas muy peculiar, por lo que se dice de ellas, tienen mucha historia y sorbe ello ya se ha escrito mucho. Por todo esto estamos seguros de que San Luis Potosí es, como muchos lugares de nuestro México, un sitio para visitar, para conocer y ser parte de toda esa magia y leyendas que si uno busca, encuentra y quedara maravillado de todo lo que vera ahí. Y aunque aquí les presentamos una mínima parte de lo que es San Luis, esto les dará una idea de toda su grandeza entre construcciones, historia, magia y leyendas.