martes, 5 de noviembre de 2019

LA ANTIGUA HACIENDA DEL PANTEÓN DE SAN LORENZO

OBJETOS DE PODER, MAGIA Y BRUJERÍA
Roberto S. Contreras Esparzaparza
No hay duda de que nos movemos con energía, vibras que están a nuestro alrededor y que cuando nos afectan lo hacen de gran forma, ya sea para bien o para mal, este tipo de energía se puede depositar naturalmente en lugares por donde transitamos o en los que acostumbramos a estar, pero también en objetos. Así, impregnamos sin saberlo todo lo que nos rodea, pero hay veces que esto es tan fuerte que aun cuando las personas mueren, su esencia, su vibra continúan ahí, en los lugares por donde vivió y en los objetos que fueron de su posesión. Entre los personajes que practican la brujería, las artes negras, es conocido que, con esos mismos objetos y pertenencias personales de uno, nos pueden hacer algún hechizo, perjudicarnos y hasta matarnos.

OBJETOS QUE GUARDAN ENERGÍAS
Y es sobre uno de estos objetos de poder, que llegamos a conocer un caso muy interesante dentro de una antigua hacienda que data de tiempos del virreinato y que aún después de tantos años, está de pie, o lo que queda de ella, y lo más extraordinario, es que se encuentra dentro de un cementerio. Pero antes de presentarles esta investigación, quiero contarles algo de ese impresionante lugar, ya que ha sobrevivido a sismos y sucesos desde tiempos coloniales, independencia y la revolución, además de nuestros llamados tiempos modernos. Veamos lo que indagamos y centrémonos en ese peculiar hallazgo y su contenido.

LOS RELIGIOSOS PAGAN IMPUESTO
El pueblo de San Lorenzo Tezonco que se localiza al sur de la Alcaldía Iztapalapa, y cerca del cerro Yuhualixqui, cuenta con un peculiar cementerio, un panteón que lleva el mismo nombre y dentro, aún está lo que queda de la hacienda de San Nicolás Tolentino que fue una construcción colonial que originalmente se llamó “Hacienda de San Nicolás Buenavista”, hecha por Don Pedro Ortiz en 1580. Es una construcción del virreinato que en 1622 se terminó de construir su casco. Abarcaba desde el Cerro de la Estrella hasta la colonia “La nopalera”. Mantuvo conflictos legales con los indígenas del pueblo de San Lorenzo Tezonco desde su construcción, ya que estos insistían en recuperar sus tierras, por esta misma razón muchos naturales de este pueblo llegaron a ir presos a la Real Cárcel de la Nueva España por causar destrozos en esa hacienda. En 1705 fue adquirida por los jesuitas y pasó a llamarse “Hacienda de la Sagrada Compañía de Jesús”. El 8 de noviembre de 1752 el alcalde de Zapotitlán, Francisco Juan y el de Tlaltenco, presentaron una demanda a Don Joseph Rodríguez del Toro por un problema limítrofe. Fue en esta hacienda donde los jesuitas aceptaron el reclamo, por ello pagaron impuestos a Zapotitlán y Tlaltenco por realizar actividades de pesca en las lagunas que pertenecían a estos pueblos.

VICENTE GUERRERO ESTUVO AHÍ
Después de la expulsión de los jesuitas de la Nueva España en 1767 se volvió a llamar “Hacienda de San Nicolás Buenavista”. Pero otra vez, mantuvo problemas por sus terrenos extensos con el pueblo de Zapotitlán al invadir en 4 ocasiones la laguna de Tempiluli; en 1752, 1800, 1844 y 1916. Durante la independencia (se dice) que sirvió como escondite para el gran caudillo Vicente Guerrero. Tiempo después, la propiedad fue adquirida por Don Íñigo Noriega Lasso, y en 1908 cambió su nombre otra vez, a “Hacienda de San Nicolás Tolentino”. Al pasar el tiempo esta hacienda fue perdiendo terreno e interés, hasta que en la época de la revolución sólo quedaba el espacio de lo que hoy es el panteón civil de Tezonco. Consumada la revolución la hacienda fue expropiada por el gobierno, quienes fueron los que ordenaron la construcción directa de este cementerio.

AÚN SE BUSCAN TESOROS EN SU INTERIOR
En la época actual las ruinas del casco y la troje son visibles desde lejos y hay quien cuenta de ella cosas muy interesantes, desde grandes tesoros ahí escondidos, hasta la manifestación de almas en pena que deambulan por su interior. A este lugar se le han dado múltiples funciones y hasta sirvió de oficinas del camposanto. Actualmente está derruida, con muchas grietas y es un peligro constate entrar ahí, además ese peculiar olor a cadáver le da ese aspecto macabro. Hay muchas partes en las que han excavado, tal vez valientes gambusinos modernos se han arriesgado a entrar ahí, con la intención de hallar esas monedas coloniales que se dice aún se encuentran escondidas, o algún centenario de oro que haya quedado olvidado en sus rincones de tiempos revolucionarios. Lo cierto es que es un lugar con mucha historia y a pesar de su deterioro y su olvido con el que ahora está, el lugar impone e invita a imaginar sobre ese tiempo en que era un sitio activo y en bonanza.

VISITAMOS LA ANTIGUA HACIENDA
En una visita reciente, fuimos invitados porque en su interior encontraron lo que en ese momento se pensó era un trabajo de magia, de brujería, cabe decir que este tipo de lugares son propicios para esos amarres y trabajos negros. Pues se había localizado un objeto de este tipo y en un lugar poco usual, por lo mismo, en compañía de mi amiga Minerva, y tomando algunas precauciones, llegamos al panteón, en donde después de sortear varios retenes de los encargados, pudimos entrar a tan especial sitio. Ya en el lugar nos esperaban y de inmediato nos pusieron al corriente y nos contaron del suceso. En lo personal estaba más interesado en conocer el sitio, ver como estaba después de tantos años, conocer directamente un lugar histórico y desde sus entrañas, era algo muy emocionante para mí, pero no dejaba de pensar en lo que nos esperaba y saber que era ese tipo de amarre del que tanto nos habían hablado.

UN LUGAR CON FANTASMAS, TESOROS Y LEYENDAS
Revisamos el área, entramos a lo que nos dijeron era una troje, que sirvió de bodega y tuvo múltiples usos más, también vimos lo que era la casa principal, por la parte de atrás. Todo está en muy mal estado, grandes grietas y partes que ya cayeron. Fuimos con mucho cuidado a la parte superior, pasando unas escaleras que son sostenidas por viguetas, amenazantes de caer en cualquier momento. Arriba, más destrucción, y si este lugar está de pie, tal vez sea por sus enormes paredes de tiempos coloniales. Sobre ello, nos dijo con cierto orgullo un trabajador del lugar: “Esto no se caerá, ya aguanto muchos temblores”. Pero al estar dentro pareciera venirse abajo en cualquier momento.  Nos contaron muchas historias del lugar e incluso de la aparición del Diablo y otros entes, y francamente si da para pensar en eso y más.

UN TRABAJO DE BRUJERÍA, UN OBJETO DE PODER
Nos mostraron el objeto encontrado y se trataba de un pequeño morralito, envuelto en hule, con un listón amarillo, con mucha reserva y en medio de rituales, fue abierto. La intención era deshacerlo, ahí dentro había tierra (de panteón según nos dijeron), madera o hueso, y algunas plantas, vegetación tal vez de la misma zona. Pero en medio de eso, se veía una piedra azul, con algo metálico que al inicio pensé que era un arete o un dije, pero al revisar más, salió a la luz un anillo, un anillo de plata con interesantes adornos que le daban un aspecto antiguo. Tiempo después y ya fuera de ahí, nos dimos a la tarea de limpiarlo, creímos que las 3 piedras que trae eran de turquesa o larimar, y fue ahí que notamos otra característica de este peculiar anillo de plata, pues descubrimos que trae un compartimento, hay una tapa en la piedra principal. Tal vez para los joyeros o anticuarios esto es normal, pero para uno esto era muy interesante y más si tomábamos en cuenta su procedencia e intención con la que fue llevado a la vieja hacienda de Tolentino. Preguntando y buscando averiguamos algo sobre esta clase de anillos, y esto fue lo que encontramos.

UN ANILLO DE PLATA, UN OBJETO HECHIZADO
La historia de los anillos de veneno o anillo pastillero es un tipo de anillo con un recipiente debajo del bisel o dentro del propio borde que podría usarse para contener veneno u otra sustancia. Se hicieron populares en Europa durante el siglo XVI. El anillo de veneno se usó para deslizar el veneno en la comida o bebida de un enemigo, o para facilitar el suicidio del usuario para escapar de la captura o la tortura. Anillos como este se ha utilizado a lo largo de la historia para llevar perfume, mechones de cabello, reliquias devocionales, mensajes y otros recuerdos, por lo que también se los conoce como “anillo de relicario”. Fueron populares durante el Renacimiento. En el siglo XVII, los joyeros creaban anillos de relicario en forma de ataúdes que servían como recuerdos para los dolientes. Estos fueron llamados “anillos funerarios”. Los anillos con compartimentos también se llaman de caja. Hay una familia en la historia que hizo del envenenamiento un arte y del anillo de cápsula una auténtica joya, fueron los Borgia. Cesare Borgia llevaba un anillo decorado con un león de dos cabezas en cuyo compartimento secreto portaba un veneno llamado “Cantarella”, que, al carecer de sabor, era el arma perfecta para asesinar a sus oponentes políticos. De su hermana Lucrecia también se dice que solía emplear este método contra sus invitados. Según numerosos historiadores en 1503, Rodrigo Borgia sucumbió a su propio veneno vertido en una copa desde su anillo, cuando éste en realidad iba destinado a un Cardenal de nombre Corneto.

LUGARES INTERESANTES CON MUCHA HISTORIA
Pues mucha historia, magia y hechicería y un exclusivo e interesante anillo que tal vez no es muy antiguo, si nos dio los elementos para visitar esta hacienda del virreinato que aún en estos días permanece dentro de ese camposanto. Objetos como este ya hemos encontrado antes y son parte de una colección muy especial, por toda la historia y detalles en su entorno. Esperamos que esta investigación sirva para darles a conocer algo más de lo que tenemos en nuestra gran Ciudad de México y sus misteriosos y singulares lugares… Mi nombre, Roberto Samael de Conexión Paranormal, tu vínculo con lo inexplicable. Gracias.

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