Por: Roberto S. Contreras Esparza
Tener un encuentro sobrenatural es impactante, mas aun cuando uno piensa que esto esta en la imaginación de la gente y que nunca nos sucederá a nosotros, pero nuestra forma de pensar cambia radicalmente cuando ese otro mundo nos toca directamente y de momento nos vemos envueltos entre esos hechos asombrosos. El relato que a continuacion le presentamos, es parte de ese universo mágico que por lo impresionante de los sucesos se convierten en un tipo de leyendas urbanas y una realidad para quienes las viven directamente. Y si no lo cree así, lea este impresionante relato:
EL RELATO
R. S .C.: ¿Tu nombre por favor y a que te dedicas?
E. S.: Luis Enrique Segoviano Maldonado y actualmente soy empresario pero un tiempo trabaje de taxista.
R. S .C.: ¿Cuéntame como fue la experiencia extraña que viviste?
E. S.: Iba circulando por la avenida de las Torres esto es en el municipio de Chimalhuacan, y sobre la acera de la derecha hay una iglesia que se llama del Carmen y yo pase en ese momento por ahí serian entre las doce y media y una de la mañana aproximadamente y me llamo la atención que hubiera una pareja con una menor (una niña) esperando transporte.
R. S .C.: ¿Cuándo sucedió esto?
E. S.: Hace unos años, en octubre o noviembre del 2004.
R. S .C.: ¿Viste a la pareja y después que sucedió?
E. S.: Estaba la pareja con la niña y atrás de mi venia un transporte suburbano y la pareja me hace la parada pero como ya iba a la altura de ellos ya no alcance a frenar cerca y me pare mas adelante pero la única que se subió conmigo fue la niña que se encontraba junto a esos señores quienes abordaron el camión suburbano; la verdad yo me sorprendí porque pensé que venían juntos, que eran una familia, pero no era así.
LA NIÑA ME PREGUNTO QUE SI LE DABA UN AVENTÓN
R. S .C.: ¿De que edad era la niña?
E. S.: Tenia aproximadamente diez años a lo mucho once años.
R. S .C.: ¿Notaste algo raro?
E. S.: En ese momento no, lo único raro fue que llevaba una sudadera muy ligera para la hora que se desarrollo el hecho y la zona que era, ya que es un lugar descubierto, no hay muchas construcciones y hace frió.
R. S .C.: ¿Come vestía esa niña?
E. S.: recuerdo que traía un pants blanco, tenis blancos y la sudadera blanca con algo como un logotipo el cual no recuerdo que era.
R. S .C.: ¿Te abordo la niña?
E. S.: Sí, entonces lo que yo hice fue voltear hacia atrás para ver si la pareja venia hacia nosotros pero ellos ya habían abordado el autobús; entonces le pregunte a la niña lo que pasaba y me contesto que si le daba un aventón mas adelante, entonces le pregunte, si se había escapado de casa y me respondió que no que solo había ido a comprarle un “papalote” a su hermano cosa que se me hizo rarísimo que un mercado estuviese abierto a esa hora.
R. S .C.: ¿Notaste algo raro en su voz?
E. S.: En especial no, hablaba normal y se notaba tranquila había mucha serenidad en su tono de voz, no se notaba asustada.
ALGO BRINCO DEL TABLERO Y LA NIÑA YA NO ESTABA
R. S .C.: ¿Te dijo que quería un papalote para su hermano?
E. S.: Sí pero ya era la una de la mañana y como me pidió el aventón, en ese momento no me puse a pensar si estaba actuando mal o bien y yo le pregunte que a donde iba y ella solo me decía que mas adelante y fue que me pregunte que si yo conocía a una persona que había tomado el taxi anteriormente, a lo que yo le respondí que si no se había dado cuenta que era un vehículo de alquiler y entonces ella me dijo que quien era la señora que se había subido con un niño y sus bolsas de mandado. Y ahí fue cuando me sorprendió porque una media hora antes había tenido un pasaje con estas características. Y si me asuste porque no se como supo eso la niña, porque no fue cerca de esa zona que recogí a la señora de las bolsas.
R. S .C.: ¿Entonces tú empezaste a sospechar después de que te pregunto eso?
E. S.: Sí, en ese momento yo me pregunte que era lo que pasaba e inclusive la mire por el espejo retrovisor y lo mismo que su voz, su rostro era muy apacible.
R. S .C.: ¿Qué sucedió después?
E. S.: Me siguió cuestionando sobre mi nombre, cuanto trabajaba, cuanto ganaba, donde vivía; en ese momento pasábamos por un tramo que esta un poco oscuro y me dijo que la dejara ahí y yo voltie a ver la zona y le pregunte que si estaba segura que era ahí, que quien iba a venir por ella, y me dijo que ya vivía cerca de ahí; entonces me detuve, abrí la puerta y le dije que tuviera cuidado, pero extrañamente en ese momento se cayo al suelo una caja de cerillos que tenia en el tablero del coche “brinco” y me incline para levantarla cuando de repente sentí una ligera caricia como un roce en mi brazo derecho y después de haber levantado la caja de los cerillos y voltie a ver a la niña y ya no estaba, esto me impresiono mucho, porque yo no vi que ella bajara.
R. S. C.: ¿Desde que tú la levantaste que tiempo pasó y que fue lo que paso después de que bajo?
E. S.: Aproximadamente unos diez minutos. La pregunta es, si realmente bajo, porque solo y de de momento ya no estaba, incluso yo jale la puerta para cerrarla y no creo que se metiera a una casa porque la zona en donde la deje era de negocios no se veía ninguna casa y aparte no escuche que abrieran o cerraran alguna puerta cerca de esa área.
R. S .C.: ¿Qué fue lo que sentiste en ese momento?
E. S.: La verdad me asuste mucho, incluso ya no trabaje esa noche, me fui a casa ya no estuve tranquilo.
R. S .C.: ¿Qué piensas de este suceso?
E. S.: Recuerdo que ella me dijo que me cuidara de quien subía, desgraciadamente a los tres o cuatro días de esto me asaltaron y me golpearon, inclusive a veces sueño con esto y recuerdo que uno de los asaltantes me detono dos veces el arma pero se embalo la pistola y me salve.
CREO QUE ELLA SE MANIFESTO COMO UN AVISO
R. S .C.: ¿Crees que haya sido algún tipo de aviso?
E. S.: Creo que si, porque incluso tuve otra experiencia con la misma niña cuando llevaba a otro pasajero, de repente la vi por el retrovisor y la niña venia sentada serena junto a ella, y en esa ocasión ya no me asuste lo que hice fue cerrar los seguros del coche y después de dos días de esto me entere que por la zona en donde veníamos circulando habían asaltado a un taxi y al pasajero lo habían secuestrado; entonces de cierta manera lo tome como un aviso.
R. S .C.: ¿Tú conoces a la niña, has vuelto al lugar?
E. S.: No, jamás la había visto. Si de hecho era mi ruta de entrada y salida cotidiana.
R. S .C.: ¿Ya no se te aparecido esa niña?
E. S.: No, la última vez que la vi fue en mi casa cuando todavía trabajaba en el taxi, estaba parada atrás de mi, y lo que hice fue prenderle una veladora y rezarle una oración y darle gracias por los avisos que me dio.
R. S .C.: Muchas gracias Enrique.
¿DE DONDE ERA LA NIÑA?
¿Quién era esa niña?, ¿por qué se manifiesta en ese lugar?, ¿esta cumpliendo algún tipo de penitencia?, ¿alguien mas la ha visto? Estas y demás preguntas nos hacemos al conocer este extraño relato. Pensar en esa pequeña niña que probablemente sea una ánima en pena, nos hace reflexionan en la enorme cantidad que hay de leyendas en condiciones similares o en muy distintas y reflexionamos en la interacción de estos espíritus del mas allá con el mundo de los vivos. Pero amigo, la opinión es suya.
Muchas veces los niños no se dan cuenta que mueren y por esa razon ellos se manifiestan inosentemente en mi pais hay un caso es una carretera que a cierta hora aparece una niñita de 4 años llorando le a los carros y que incluso cuando pasa un carro para y la niña desaparece se dice que es terrorifico esa carretera se llama el cerro de la muerte.
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