No hay
duda de que uno de los fenómenos más atrayentes que nos ofrece la naturaleza,
es el de los eclipses y no está de más recordar esa singular fecha ahora que se
cumplen años de aquel gran eclipse que cubrió parte de nuestro país. Todo
sucedió el 11 de julio de 1991 cuando se produjo un eclipse solar total. El
cual tuvo una duración récord en su punto máximo de 7 minutos y 2 segundos. Su
sombra cubrió varias zonas del país, entre ellas la Ciudad de México, donde se
vivió uno de los días más singulares de los que muchos capitalinos tenemos
memoria. Inicio en el océano pacífico y Hawái, continuó a través de México y siguió
rumbo a Centroamérica. En todos los medios informativos, en muchos programas,
la noticia se difundió y como sucede siempre se dijo de todo, y no faltaron los
fatalistas y locos que inventaron cosas irreales, lo que generó temor en muchas
personas que, el día del eclipse, optaron por quedarse en casa y no salir a
laborar, salvo para ver este gran fenómeno astronómico.
Y LOS OVNIS
Su
trayectoria se conocía previamente y así, nos preparamos para disfrutar y poder
ver tal evento solar. Había sido una mañana con nubes en algunas zonas, pero a
esa hora la mayor parte de la ciudad tenía cielo despejado, lo que permitió ver
en su esplendor este eclipse que duraría unos seis minutos y segundos. Fue algo
memorable, veías como todo en pleno día se oscurecía, cambiaba el clima
dramáticamente, se escuchaban gallos, aves y perros ladrar, el alumbrado
público se encendió automáticamente, fue algo increíble. Durante el evento
miles de personas en la ciudad y el resto del país estaban mirando al cielo, y
muchas de ellas aseguraron que vieron objetos extraños voladores u OVNIs,
durante el eclipse. Para mí y para las personas interesadas por los no
identificados este acontecimiento fue crucial, pues se grabaron cosas u objetos
sobre nuestro cielo. Recordemos que veníamos de una década (80, s) en donde el
fenómeno OVNI no había tenido relevancia, y al ver lo que sucedió durante el
eclipse del 91, sirvió y dio pie para que en México se registrara una de las
oleadas más grandes y perdurables en cuanto a los no identificados se refiere y
que el interés por los posibles visitantes del espacio se avivara.
Hace
poco, por ahí alguien sugirió celebrar el día mundial del fenómeno OVNI, y esto
tuvo réplica entre los millones de borregos aficionados del tema que solo
copian y pegan, que de inmediato aceptaron tal propuesta y ya lo llevan a cabo,
y está bien, que sigan lo que otros dicen sin reflexionar y tal vez por tratar
de ser algo o pertenecer a ese movimiento. Pero yo creo que, en nuestro país, para
el mexicano, si se ha de celebrar un día especial para conmemorar la
manifestación de los no identificados, siempre he sugerido, que sea este día,
pues en lo personal, y creo que para muchos amigos y colegas que aun andan por ahí,
el gran eclipse del 11 de julio del 91, marco de forma muy especial y
significativa la manera de ver, querer entender y cuestionar la aparición de
los OVNIs sobre nosotros en México… ¿No cree usted?