PLATICANDO CON SALVADOR VILLANUEVA LARIOS
Por: Roberto S. Contreras Esparza
Por: Roberto S. Contreras Esparza
Salvador Villanueva Medina fue un hombre que decía haber visitado Venus. Este señor fue examinado por los psiquiatras en su tiempo y ellos concluían que era un hombre normal, mentalmente equilibrado. Salvador escribió un interesante libro titulado “Yo estuve en el planeta Venus”. Donde narra sobre una posible aventura increíble. Salvador Villanueva Medina contaba lo que le había sucedido y esto le ocasiono muchos sufrimientos porque algunas personas escépticas, hicieron burla de él. Su experiencia sucedió más o menos así:
UNA HISTORIA INCREÍBLEEn el mes de agosto de 1953 Salvador Villanueva conduciendo un automóvil rumbo a Laredo en el que llevaba a unos norteamericanos que deseaban regresar a su país. El carro se dañó, sus acompañantes decidieron regresar a un pueblo cercano en busca de una grúa. Salvador se quedó ahí, solo con sus pensamientos en el silencio de la noche, se metió debajo del coche con el propósito de arreglarlo. Cuando intentó salir de debajo del automóvil oyó que alguien se acercaba, pues se escuchaban pasos en la carretera. Una voz extraña le preguntó en perfecto español, ¿qué le pasa al coche? De repente, se encontró frente a un hombre extrañamente vestido, de pequeña estatura un metro con veinte centímetros aproximadamente. La rara vestimenta del visitante, el rostro tan blanco como el marfil, el pelo largo platinado y ondulado cayendo sobre sus hombros, la perfección de su rostro, sorprendieron tremendamente a Salvador Villanueva. Cuenta Salvador que este extraño visitante llevaba un cinturón con perforaciones de las cuales salían extrañas luces.
UN EXTRAORDINARIO ENCUENTROVillanueva sólo se limitó a preguntarle al misterioso personaje si era aviador. El personaje contestó que su avión, como nosotros lo llamamos, estaba a poca distancia. Dichas estas palabras el personaje se retiró metiéndose entre la montaña. Recuerda, que después de este suceso resolvió dormir tranquilamente entre su carro. No había pasado mucho tiempo cuando fue despertado por golpes dados en el vidrio de la puerta delantera del lado derecho. Salvador abrió su puerta y fue grande su sorpresa al encontrar al conocido que venía ahora en compañía de otro individuo semejante. Salvador logro que entrar en su carro y platicó con ellos ampliamente. Aquellos personajes dijeron venir de Venus y dieron muchos datos sobre este planeta. También contaban que en Venus las calles se prolongaban sin fin llenas todas de pasos a desnivel para evitar accidentes. Decían que, en Venus los vehículos no consumen combustibles ni vegetales ni minerales, pues son perjudiciales para los organismos. Los venusinos utilizan la energía solar para propulsar sus vehículos. Le dijeron que las banquetas, andenes o aceras de las calles no están quietas pues están organizadas en forma de bandas metálicas que se mueven y ahorran esfuerzos a los transeúntes y que la gente jamás ocupa el arroyo de la calle pues éste es metálico y conductor de la fuerza solar con que se impulsan todos los vehículos. Además los venusinos contaron que ellos en su mundo tenían un sólo mar pero que era éste, tres veces más profundo que los nuestros. Salvador aseveró que según nuestros sabios terrestres ningún otro planeta puede tener habitantes racionales. Los venusinos contestaron: ¿qué les hace pensar tal cosa?, ¿Acaso los deficientes medios de que disponen para hacer sus cálculos?, ¿No les parece demasiada pretensión creer que son los únicos seres que pueblan el Universo? Aquellos venusinos informaron ampliamente a Salvador sobre la vida de Venus. Disiparon sus dudas explicándole que ellos se habían criado en Venus mediante sistemas científicos especiales, un clima artificial uniforme o benigno convirtiendo así su mundo en una morada deliciosa. Explicaron que en Venus los niños no vagan por las calles, que el Gobierno los controla hasta que alcanzan la edad adecuada, que se les clasifica dé acuerdo con sus cualidades físicas y mentales y se les asigna determinado lugar donde hacen falta. Explicaron estos venusinos, que del mar sacan todos los elementos necesarios para construir edificios, confeccionar ropa, fabricar vehículos y un sesenta o más del porcentaje de su alimentación.
FUE INVITADO POR LOS VENUSINOS A VER ESA OTRO MUNDO
Dijeron que sus barcos lo mismo pueden estar en el aire que en el agua y que en el fondo del mar existen gigantescas fábricas encargadas de seleccionar y aprovechar científicamente el pescado para su alimentación. Afirmaron los venusinos que aquí en nuestro planeta tierra se quedan algunos de ellos vestidos como nosotros con el propósito de estudiar a la humanidad de nuestro planeta. Dicen ellos, que la etapa histórica por la que nosotros los terrícolas estamos atravesando ahora, la vivieron ellos hace muchos miles de años. Ellos también conocieron las guerras, los líderes astutos de la política hasta que al fin nació la fraternidad. Hoy en día no tienen banderas. Han hecho de su mundo una sola Patria y están gobernados por sabios que solo se limitan a aconsejarlos con sabiduría y amor. Salvador fue invitado por los venusinos a comprobar la realidad de esas afirmaciones. Salió del coche tras los dos hombres, se metió con ellos entre la montaña y encontró una majestuosa nave con figura de esfera achatada que se apoyaba en tres boyas que formaban triángulo. Dice Salvador que dicha nave tenía en la parte superior, un cable ligeramente inclinado hacia dentro, como de un metro de altura, circundado de agujeros que semejaban ojos de buey como los que se usan en los barcos. Salvador penetró tras de sus acompañantes en el interior de la formidable nave cósmica que según palabras de Salvador parecía una impresionante fortaleza. Cinco días estuvo viviendo Salvador en el Planeta Venus y regresó a la Tierra después de haber verificado la realidad de todas estas afirmaciones hechas por los venusinos. La civilización venusina es años de veces más avanzada que la de nosotros los orgullosos terrícolas. Salvador relata lo que vio, nosotros nos limitamos a comentarlo.
UNA MUY INTERESANTE ENTREVISTA
Esto fue más o menos a grandes rasgos lo que el señor Salvador Villanueva Medina, vivió durante ese encuentro. Nosotros recientemente tuvimos la oportunidad de hablar con una persona que supo desde su inicio de esta extraordinaria aventura, que fue cómplice y conocía atrayentes detalles de ese encuentro, circunstancias que en su momento no salieron a la luz, nos referimos a su hijo el señor Salvador Villanueva Larios quien nos platicó en una interesante entrevista de ciertos pormenores, detalles muy relevantes de esa odisea que su señor padre vivió, he aquí la entrevista:
R. S. C.: Señor, su nombre y ¿usted es hijo de uno de los principales y primeros contactados en México?
S. V. L.: Sí, así es, mi nombre es Salvador Villanueva Larios y mi padre fue el contactado Salvador Villanueva Medina.
R. S. C.: ¿Podrías contarnos acerca de las vivencias de su padre?
S. V. L.: Mi padre falleció hace algunos años y me dio algunos testimonios los cuales llego a decirme incluso que eran producto de su imaginación.
R. S. C.: ¿Él le dijo que eran producto de su imaginación?
S. V. L.: Sí claro, esto se debe a que no existen testimonios físicos y a él le sucedieron hechos al igual que a otras personas entre ellos el Sr. Manuel Gutiérrez de Balcázar, el cual en aquella época era el director de un periódico llamado “El Fígaro“, de igual manera la experiencia por la que paso mi padre, también le sucedió a un norteamericano de nombre George Adanski un año anterior y ellos (Villanueva y Adanski) no se conocían, posteriormente se reunieron por medio del Sr. Manuel Gutiérrez de Balcázar y platicaron sobre sus experiencias las cuales eran muy similares; habían tenido contacto con personas físicas normales, habían subido a naves similares pero habían viajado a lugares diferentes, en donde a mi padre le dijeron que era el planeta Venus. Recuerdo, que cuando salió esto a la luz en los años 50’s fueron tantos sus cambios de ánimo, los ataques hacia nosotros que incluso tuvimos que abandonar nuestro lugar de residencia y sonaba mucho esa canción de cha cha cha, llamada “Los marcianos llegaron ya” y nosotros éramos victimas de burlas por todo este movimiento.
EN ESE CONGRESO HABIA UN SER EXTRATERRESTRER. S. C.: ¿En qué parte del Distrito Federal vivían?
S. V. L.: Vivíamos en una colonia llamada Valle Gómez, ubicada en el centro cerca de la colonia Morelos, mi padre toda su vida fue chofer y después puso un taller como lo narra en su libro, y de cómo tuvo la oportunidad de manejarles a unos extranjeros un auto que iban por los rumbos de Laredo fue cuando se les descompuso el carro y los gringos fueron a pedir ayuda como lo relata en el libro. A mi padre no le gustaba mucho que habláramos del tema a lo cual yo le comentaba que existían investigadores y que esto era digno de investigarlo. A raíz de este viaje cuando lo trajeron de regreso los extraterrestres, él se olvidó del carro y de todo. En el camino, mi padre se lo platico a un chofer (un trailero) que lo trajo a México. Tiempo después, yo trate de investigar a los americanos que contrataron a mi papa, al chofer que lo trajo a México, esto para mí es muy importante por esto he republicado el libro y se me han prestado las facilidades para hacerlo.
R. S. C.: ¿Usted trato de investigar estos sucesos y no lo llevo a cabo?
S. V. L.: No, no lo hice, me resulto muy difícil.
R. S. C.: ¿Le hubiera gustado hacer esa investigación?
S. V. L.: Sí, incluso un alemán amigo mío llamado Michael ¿Azeman?, es muy docto en la ovnilogia. Creo que en el evento mundial celebrado por la investigadora Zita Rodríguez Montiel en 1995, en el Centro Medico, yo estoy seguro que había un extraterrestre ahí y esa fue la última vez que lo vi, de eso han pasado 10 años y lo sigo buscando; él me dijo que tuviera mucho cuidado con el lucro que era muy importante.
R. S. C.: Después, ¿qué sucedió con su papa?
S. V. L.: En los últimos 20 años su situación económica mejoro, pero su carácter empezó a cambiar, su final fue muy triste ya que se apartó de todos pero yo estuve siempre a su lado; inclusive me dejo una carta.
R. S. C.: ¿Me puedes decir que contiene esa carta?
S. V. L.: Sí, él en la carta dice algo como esto: Que le gustaría volver a contactar con estos seres y el beneficio que le pudiese sacar a otro encuentro, y que ha pensado en dejar de habitar en la tierra para establecerse en ese otro lugar (Venus); en donde lo único que debe de hacer es desempeñar labores físicas para el bien de una comunidad, y da gracias a la vida por haber vivido esta experiencia la cual ha quedado plasmada en su libro y desea que esto lo sigan investigando las personas que cuentan con los medios necesarios.
R. S. C.: ¿Le contó que le sucedió en este viaje?
S. V. L.: Sí, el me comento (a su entender) que vio como un huevo gigante en un nido que fue donde lo transportaron y dentro de la nave observo aparatos en la nave los cuales acercan y alejan a la tierra y le comentan que ellos hace millones de años estuvieron en la misma situación que nosotros, se refería a los atrasos y adelantos que tiene la humanidad.
R. S. C.: Muchas gracias señor por su tiempo.
UNA HISTORIA INCREÍBLEEn el mes de agosto de 1953 Salvador Villanueva conduciendo un automóvil rumbo a Laredo en el que llevaba a unos norteamericanos que deseaban regresar a su país. El carro se dañó, sus acompañantes decidieron regresar a un pueblo cercano en busca de una grúa. Salvador se quedó ahí, solo con sus pensamientos en el silencio de la noche, se metió debajo del coche con el propósito de arreglarlo. Cuando intentó salir de debajo del automóvil oyó que alguien se acercaba, pues se escuchaban pasos en la carretera. Una voz extraña le preguntó en perfecto español, ¿qué le pasa al coche? De repente, se encontró frente a un hombre extrañamente vestido, de pequeña estatura un metro con veinte centímetros aproximadamente. La rara vestimenta del visitante, el rostro tan blanco como el marfil, el pelo largo platinado y ondulado cayendo sobre sus hombros, la perfección de su rostro, sorprendieron tremendamente a Salvador Villanueva. Cuenta Salvador que este extraño visitante llevaba un cinturón con perforaciones de las cuales salían extrañas luces.
UN EXTRAORDINARIO ENCUENTROVillanueva sólo se limitó a preguntarle al misterioso personaje si era aviador. El personaje contestó que su avión, como nosotros lo llamamos, estaba a poca distancia. Dichas estas palabras el personaje se retiró metiéndose entre la montaña. Recuerda, que después de este suceso resolvió dormir tranquilamente entre su carro. No había pasado mucho tiempo cuando fue despertado por golpes dados en el vidrio de la puerta delantera del lado derecho. Salvador abrió su puerta y fue grande su sorpresa al encontrar al conocido que venía ahora en compañía de otro individuo semejante. Salvador logro que entrar en su carro y platicó con ellos ampliamente. Aquellos personajes dijeron venir de Venus y dieron muchos datos sobre este planeta. También contaban que en Venus las calles se prolongaban sin fin llenas todas de pasos a desnivel para evitar accidentes. Decían que, en Venus los vehículos no consumen combustibles ni vegetales ni minerales, pues son perjudiciales para los organismos. Los venusinos utilizan la energía solar para propulsar sus vehículos. Le dijeron que las banquetas, andenes o aceras de las calles no están quietas pues están organizadas en forma de bandas metálicas que se mueven y ahorran esfuerzos a los transeúntes y que la gente jamás ocupa el arroyo de la calle pues éste es metálico y conductor de la fuerza solar con que se impulsan todos los vehículos. Además los venusinos contaron que ellos en su mundo tenían un sólo mar pero que era éste, tres veces más profundo que los nuestros. Salvador aseveró que según nuestros sabios terrestres ningún otro planeta puede tener habitantes racionales. Los venusinos contestaron: ¿qué les hace pensar tal cosa?, ¿Acaso los deficientes medios de que disponen para hacer sus cálculos?, ¿No les parece demasiada pretensión creer que son los únicos seres que pueblan el Universo? Aquellos venusinos informaron ampliamente a Salvador sobre la vida de Venus. Disiparon sus dudas explicándole que ellos se habían criado en Venus mediante sistemas científicos especiales, un clima artificial uniforme o benigno convirtiendo así su mundo en una morada deliciosa. Explicaron que en Venus los niños no vagan por las calles, que el Gobierno los controla hasta que alcanzan la edad adecuada, que se les clasifica dé acuerdo con sus cualidades físicas y mentales y se les asigna determinado lugar donde hacen falta. Explicaron estos venusinos, que del mar sacan todos los elementos necesarios para construir edificios, confeccionar ropa, fabricar vehículos y un sesenta o más del porcentaje de su alimentación.
FUE INVITADO POR LOS VENUSINOS A VER ESA OTRO MUNDO
Dijeron que sus barcos lo mismo pueden estar en el aire que en el agua y que en el fondo del mar existen gigantescas fábricas encargadas de seleccionar y aprovechar científicamente el pescado para su alimentación. Afirmaron los venusinos que aquí en nuestro planeta tierra se quedan algunos de ellos vestidos como nosotros con el propósito de estudiar a la humanidad de nuestro planeta. Dicen ellos, que la etapa histórica por la que nosotros los terrícolas estamos atravesando ahora, la vivieron ellos hace muchos miles de años. Ellos también conocieron las guerras, los líderes astutos de la política hasta que al fin nació la fraternidad. Hoy en día no tienen banderas. Han hecho de su mundo una sola Patria y están gobernados por sabios que solo se limitan a aconsejarlos con sabiduría y amor. Salvador fue invitado por los venusinos a comprobar la realidad de esas afirmaciones. Salió del coche tras los dos hombres, se metió con ellos entre la montaña y encontró una majestuosa nave con figura de esfera achatada que se apoyaba en tres boyas que formaban triángulo. Dice Salvador que dicha nave tenía en la parte superior, un cable ligeramente inclinado hacia dentro, como de un metro de altura, circundado de agujeros que semejaban ojos de buey como los que se usan en los barcos. Salvador penetró tras de sus acompañantes en el interior de la formidable nave cósmica que según palabras de Salvador parecía una impresionante fortaleza. Cinco días estuvo viviendo Salvador en el Planeta Venus y regresó a la Tierra después de haber verificado la realidad de todas estas afirmaciones hechas por los venusinos. La civilización venusina es años de veces más avanzada que la de nosotros los orgullosos terrícolas. Salvador relata lo que vio, nosotros nos limitamos a comentarlo.
UNA MUY INTERESANTE ENTREVISTA
Esto fue más o menos a grandes rasgos lo que el señor Salvador Villanueva Medina, vivió durante ese encuentro. Nosotros recientemente tuvimos la oportunidad de hablar con una persona que supo desde su inicio de esta extraordinaria aventura, que fue cómplice y conocía atrayentes detalles de ese encuentro, circunstancias que en su momento no salieron a la luz, nos referimos a su hijo el señor Salvador Villanueva Larios quien nos platicó en una interesante entrevista de ciertos pormenores, detalles muy relevantes de esa odisea que su señor padre vivió, he aquí la entrevista:
R. S. C.: Señor, su nombre y ¿usted es hijo de uno de los principales y primeros contactados en México?
S. V. L.: Sí, así es, mi nombre es Salvador Villanueva Larios y mi padre fue el contactado Salvador Villanueva Medina.
R. S. C.: ¿Podrías contarnos acerca de las vivencias de su padre?
S. V. L.: Mi padre falleció hace algunos años y me dio algunos testimonios los cuales llego a decirme incluso que eran producto de su imaginación.
R. S. C.: ¿Él le dijo que eran producto de su imaginación?
S. V. L.: Sí claro, esto se debe a que no existen testimonios físicos y a él le sucedieron hechos al igual que a otras personas entre ellos el Sr. Manuel Gutiérrez de Balcázar, el cual en aquella época era el director de un periódico llamado “El Fígaro“, de igual manera la experiencia por la que paso mi padre, también le sucedió a un norteamericano de nombre George Adanski un año anterior y ellos (Villanueva y Adanski) no se conocían, posteriormente se reunieron por medio del Sr. Manuel Gutiérrez de Balcázar y platicaron sobre sus experiencias las cuales eran muy similares; habían tenido contacto con personas físicas normales, habían subido a naves similares pero habían viajado a lugares diferentes, en donde a mi padre le dijeron que era el planeta Venus. Recuerdo, que cuando salió esto a la luz en los años 50’s fueron tantos sus cambios de ánimo, los ataques hacia nosotros que incluso tuvimos que abandonar nuestro lugar de residencia y sonaba mucho esa canción de cha cha cha, llamada “Los marcianos llegaron ya” y nosotros éramos victimas de burlas por todo este movimiento.
EN ESE CONGRESO HABIA UN SER EXTRATERRESTRER. S. C.: ¿En qué parte del Distrito Federal vivían?
S. V. L.: Vivíamos en una colonia llamada Valle Gómez, ubicada en el centro cerca de la colonia Morelos, mi padre toda su vida fue chofer y después puso un taller como lo narra en su libro, y de cómo tuvo la oportunidad de manejarles a unos extranjeros un auto que iban por los rumbos de Laredo fue cuando se les descompuso el carro y los gringos fueron a pedir ayuda como lo relata en el libro. A mi padre no le gustaba mucho que habláramos del tema a lo cual yo le comentaba que existían investigadores y que esto era digno de investigarlo. A raíz de este viaje cuando lo trajeron de regreso los extraterrestres, él se olvidó del carro y de todo. En el camino, mi padre se lo platico a un chofer (un trailero) que lo trajo a México. Tiempo después, yo trate de investigar a los americanos que contrataron a mi papa, al chofer que lo trajo a México, esto para mí es muy importante por esto he republicado el libro y se me han prestado las facilidades para hacerlo.
R. S. C.: ¿Usted trato de investigar estos sucesos y no lo llevo a cabo?
S. V. L.: No, no lo hice, me resulto muy difícil.
R. S. C.: ¿Le hubiera gustado hacer esa investigación?
S. V. L.: Sí, incluso un alemán amigo mío llamado Michael ¿Azeman?, es muy docto en la ovnilogia. Creo que en el evento mundial celebrado por la investigadora Zita Rodríguez Montiel en 1995, en el Centro Medico, yo estoy seguro que había un extraterrestre ahí y esa fue la última vez que lo vi, de eso han pasado 10 años y lo sigo buscando; él me dijo que tuviera mucho cuidado con el lucro que era muy importante.
R. S. C.: Después, ¿qué sucedió con su papa?
S. V. L.: En los últimos 20 años su situación económica mejoro, pero su carácter empezó a cambiar, su final fue muy triste ya que se apartó de todos pero yo estuve siempre a su lado; inclusive me dejo una carta.
R. S. C.: ¿Me puedes decir que contiene esa carta?
S. V. L.: Sí, él en la carta dice algo como esto: Que le gustaría volver a contactar con estos seres y el beneficio que le pudiese sacar a otro encuentro, y que ha pensado en dejar de habitar en la tierra para establecerse en ese otro lugar (Venus); en donde lo único que debe de hacer es desempeñar labores físicas para el bien de una comunidad, y da gracias a la vida por haber vivido esta experiencia la cual ha quedado plasmada en su libro y desea que esto lo sigan investigando las personas que cuentan con los medios necesarios.
R. S. C.: ¿Le contó que le sucedió en este viaje?
S. V. L.: Sí, el me comento (a su entender) que vio como un huevo gigante en un nido que fue donde lo transportaron y dentro de la nave observo aparatos en la nave los cuales acercan y alejan a la tierra y le comentan que ellos hace millones de años estuvieron en la misma situación que nosotros, se refería a los atrasos y adelantos que tiene la humanidad.
R. S. C.: Muchas gracias señor por su tiempo.
UN CASO DIGNO PARA ESTUDIAR AUN EN ESTOS DÍAS
Aquí le mostramos un fragmento de esa interesante historia, de esa entrevista, para que se dé una idea más o menos de lo que sucedió con este personaje, un contactado mexicano de los años cincuenta. Un caso que se estudió en el momento y que ha marcado la ovnilogia de México y el mundo. Nosotros conocimos al señor Villanueva, aunque nunca pudimos platicar con él, pero años después encontramos a su hijo quien nos relató cosas interesantísimas y de ello ya le mostramos algo... Lamentablemente en la actualidad, ya no se dan este tipo de contactos y si los hay son muy reservados, tal vez opacados por esa gran cantidad de personajes raros que deambulan por ahí, hablando puras tonterías, sin presentar nada lógico y queriéndose hacer notar con argumentos absurdos y sin sentido, ya hay más gente enferma o que de algún modo trata sacar provecho diciéndose contactado, pero por fortuna, es muy fácil detectarlos. Ojala este caso de Villanueva, que no sabemos si fue real, pero por lo menos cuenta con elementos interesantes para investigar y que esperamos motive a los nuevos interesados por los no identificados, para indagar y obtener una ovnilogia más limpia y tratar de comprender este gran misterio que son los contactados y toda la parafernalia que conlleva… ¿No cree usted?